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A Smith José Fernández Priolo, de 30 años, lo asesinaron con dos disparos en la cabeza para robarle su motocicleta y su teléfono celular en el sector Aricuaizá del municipio Machiques de Perijá. Lo dejaron abandonado en una trilla enmontada.
El llanto de María Priolo se dejó escuchar en las adyacencias de la morgue. “Mi hijo de mi corazón, ya estabas por llegar a casa”, gritaba la angustiada progenitora. Un vecino del sector Las Parcelas halló el cadáver de Fernández en un camino de arena. Estaba en una trilla de arena, boca abajo sobre un charco de sangre. Un persona que reside en la zona lo reconoció y de inmediato llamaron a su madre para que fuera hasta el sitio del crimen.
La mujer contó que escuchó dos disparos, pero no pensó que serían contra su hijo. “Los tiros sonaron y no les presté atención, a los minutos me llamaron”. María recordó que su hijo trabajaba cuidando una granja en el kilómetro 8 en la vía a Perijá.
Explicó que el pasado viernes en el mediodía su hijo salió de su trabajo en su motocicleta Empire Keeway azul, placa AB0H03G. Aseguró que a su hijo lo mataron por resistirse al robo porque no tenía enemigos, ni deudas.