Bolt
Michael Phelps ganó más medallas que cualquier otro atleta, otra vez. Y luego dijo adiós, nuevamente.
Usain Bolt besó en su despedida la línea de meta luego de mejorar su legado olímpico. Simone Biles y Katie Ledecky se entregaron en medio de enormes expectativas. Una isla entera estalló en festejos tras conseguir su primer oro olímpico en una final de tenis, y un multimedallista el nadador Ryan Lochte se embarcó de regreso a casa para evitar problemas legales después de una historia de un supuesto asalto.
Y a continuación, la selección Verdeamarela dio al país anfitrión el título que le hacía falta en su prestigiosa vitrina: el oro en el fútbol olímpico masculino.
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no fueron perfectos. Pero brindaron momentos para el recuerdo: algunos grandes, algunos terribles y otros francamente feos.
Líderes del medallero
Estados Unidos dominó el medallero con un total de 121 preseas, aun cuando hay finales en disputa el domingo en el cierre de las justas, su margen de victorias podría ser el más amplio en 68 años. Phelps se adjudicó nuevamente la frolera de seis metales -cinco de ellos de oro-para aumentar su registro personal a 23 preseas doradas, y 28 en total.
El mejor resultado
Bolt besó la línea de meta después de conseguir su noveno y último oro olímpico -en sus nueve carreras- para un final perfecto. Hizo el último tramo del relevo 4×100 metros de Jamaica, ganando de forma enfática para convertirse en el tercer atleta en la historia en sumar nueve oros en el atletismo. Luego insistió en que este sería el final de su carrera olímpica. “No queda nada que demostrar”, señaló Bolt. “Soy el más grande”, agregó.
Venezuela pasó con alta nota
A pesar de las dificultades para entrenarse de los atletas venezolanos, las tres medallas y nueve diplomas olímpicas que consiguieron la delegación compuesta por 87 criollos deja un balance positivo y alentador de cara a Tokio 2020, si se consigue impulsar el desarrollo de los jóvenes atletas y de los medallista de esta edición de los Juegos Olímpicos.
El mejor espíritu deportivo
En el calor de la prueba de los cinco mil metros femenino, la estadounidense Abbey D’Agostino y la neozelandesa Nikki Hamblin -extrañas hasta ese momento entra ambas- quedaron involucradas en una caída. D’Agostino ayudó a Hamblin, animándola a terminar la carrera. D’Agostino se desgarró un ligamento de la rodilla en el otoño y, obviamente, no pudo terminar. Hamblin finalizó última en la prueba, por lo que tampoco subió al podio. Pero en lugar de ello, consiguieron mucho más. “Esa chica es el espíritu olímpico”, dijo Hamblin sobre D’Agostino. “Nunca la he visto antes. Cómo nunca me encontré con esta chica antes. ¿No es algo increíble?”
Atleta revelación
Mónica Puig es la atleta revelación de estos juegos. La puertorriqueña, de 22 años, venció a dos de las cinco mejores jugadoras del mundo para ganar un título que hizo llorar y celebrar a toda una isla. Arropada en la bandera de su país, Puig derramó lágrimas de alegría después de la consagración y tras colgarse un oro histórico. Sin duda, el ideal olímpico, personificado.
Una deuda saldada
Finalmente, los muchachos de la Verdeamarela lo lograron y con drama: el anhelado oro en el fútbol olímpico, el único trofeo grande ausente en la prestigiosa vitrina de los pentacampeones mundiales.
Y fue nada menos que ante Alemania, el rival que traía malos recuerdos por el 7-1 que endosó a Brasil en su propia casa en las semifinales del Mundial del 2014. ¿Y cómo fue? Con Neymar en plan protagónico. En la tanda de penales, Ney hizo su conocido amague antes de anidarla a un costado del portero para asegurar el oro esperado. La estrella se desplomó en el campo llorando desconsoladamente.