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A Óscar Alexánder Mariño (43) lo obligaron a presenciar la violación de su hija de 15 años antes de que lo mataran dentro de la casa que alquilaba, en la manzana 15 del sector IV en Sabana Linda, cerca del Core 8, en Puerto Ordaz. Una banda lo golpeó para que le dijera el paradero de su rival, propietario de la vivienda.
Los vecinos le comentaron a El Tiempo que los Mariño tenían poco tiempo en residencia. El obrero se separó de su esposa, no tenía donde vivir y le ofrecieron la casa. No lo pensó mucho, aunque le advirtieron que el “Victorino”, propietario, estaba un prófugo de la justicia.
Los enemigos del “Victorino” irrumpieron el pasado jueves en la madrugada a la residencia. Sometieron a los inquilinos y los amenazaron con matarlos sino colaboraban. Los golpearon y torturaron, pero ninguno de los dos conocía sobre el paradero del delincuente.
Para obligar a hablar a Mariño tomaron a su hija y la ultrajaron. No consiguieron información y lo golpearon con un objeto en la cabeza hasta partirle el cráneo.
La Policía asegura que en la vivienda había señales de violencia. Sangre. Cosas rotas. Señalan que podría tratarse de la banda del Hueso y del Chíta. A la adolescente la trasladaron hasta el Hospital Dr. Raúl Leoni, en Guaiparo. De sus atacantes no hay rastro.