Afirma que lo único que aplaca el alza popular es la voluntad de resolver la problemática por la vía democrática. Instó a los actores políticos a sumarse a esa voluntad. Expuso que la profundización de la crisis permitirá la rearticulación de fuerzas
Las voces de expertos persisten en advertir el incremento de la conflictividad por la crisis en Venezuela. Durante su visita a Maracaibo, ayer el politólogo socialista Nicmer Evans no vaciló en referir que la problemática económica supera ampliamente a la vivida durante el famoso Caracazo. Acentuó que lo único que frena el estallido social, es un pueblo, que a pesar de todo, ahora tiene más consciencia de una salida democrática.
“Lo que vivimos hoy es suficiente como para 20 caracazos. Hay un gran conflicto social, hay una gran demanda, hay microsacudones, pero no se genera una situación mucho más abrupta porque lo que hay es una voluntad de tratar de resolver el asunto democráticamente y cuando hablo de esto no solo me refiero a revocatorio”, declaró el dirigente de Marea Socialista, durante un encuentro con los periodistas a propósito del conversatorio ¿Hacia dónde va Venezuela?, realizado en la Universidad Rafael Urdaneta (URU).
Acentuó que lo que sí han demostrado los venezolanos “es que lo que no tiene retroceso es el desarrollo de la concepción política democrática”. Recalcó que la solución pasa por toda una serie de acciones constitucionales, además del revocatorio.
Advirtió que el país va a una profundización de la crisis económica “que tocará fondo, que será más compleja, y que permitirá la rearticulación de fuerzas para poder superarla”.
Enfatizó que la ciudadanía está consciente de que cada vez más va a tener que presionar para que los actores -Gobierno y oposición- decidan en función de resolver los problemas y no de sus conveniencias en el poder.
Indicó que para la solución se requiere conciliación, pero para esto debe haber voluntad política, “algo que pareciera no haber. La oposición ya se ve como dueña de la piñata. El Gobierno le está dando los últimos golpes a esa piñata que está a punto de caer”.