Los 12 mamones de la noche vieja

“Me imagino que en estas Navidades y fiesta de Año Nuevo, en lugar de uvas, por los precios que van a tener, especialmente las importadas, la gente comprará mamones”

Hace días apenas, en medio de una conversación familiar, mi hija menor, María Victoria, salió con la ocurrencia en torno a cómo serán las cenas para celebrar la Navidad  y la llegada del Año nuevo, consciente como está de la catástrofe que viven los venezolanos tanto con el desabastecimiento de los principales alimentos y los productos que forman parte del banquete de Navidad y Año nuevo, como por la hiperinflación que ha causado el régimen de Maduro, que ha puesto a pasar penurias a buena parte de la población que no cuenta con los recursos para atender sus necesidades alimentarias.

Una tradición en los hogares venezolanos, es la gran mesa servida con las hallacas, las ensaladas, la macarronada, el pan de jamón, los manjares, los dulces. En el centro, la cesta con las uvas para comenzarlas a libar en los últimos minutos que le quedan de vida al año viejo, siempre esperanzados en que el nuevo traerá buena nuevas a toda la familia y al pueblo venezolano.

Esta tradición de la ingesta de las uvas en la noche de año viejo, fue magistralmente recreada por el gran poeta popular venezolano, Andrés Eloy Blanco, en su poema “Las uvas del tiempo”, escrito en España, es lo más granado de su creación poética, con la que nos permite apreciar a la madre, al hogar, a la patria, en el gesto cordial que forma parte de la esencia de lo nuestro, y que tanto nos identificó en el pasado, una patria fraterna, con expresión franca de sentimientos y anhelos en los que todos participaban y que, en definitiva es lo que identifica y vigoriza a una nación.

El caso es que mi hija soltó aquella lapidaria frase, salida desde lo más íntimo de su ser y del conocimiento que tiene de la gravedad de la situación del país: “Me imagino que en estas Navidades y fiesta de Año Nuevo, en lugar de uvas, por los precios que van a tener, especialmente las importadas, la gente comprará mamones”.

Al legado negativo de tantas carencias que nos dejará Maduro de su mandato, como la imposibilidad, para la gran mayoría, del estreno del 24 y el 31, habrá que agregarle que acabó con la tradición de la mayoría de las familias venezolanas de comer “las doce uvas de la noche vieja”.

 

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