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En reiteradas oportunidades me he preguntado, quién o quiénes son los verdaderos asesores económicos del presidente "obrero" Nicolás Maduro Moros, pues desde el fallecimiento del "comandante eterno", la economía ha tomado un rumbo extraño, atípico, desconocido hasta para los mas sesudos analistas económicos de la patria, quienes a pesar de su enorme capacidad de análisis y de sus estudios de postgrado no comprenden por qué, o a qué obedece, o bajo qué parámetros se toman las decisiones en materia económica.
El difunto, al menos contaba con una parodia de gabinete económico, vetusto como sus miembros, una sarta de comunistas trasnochados, encabezado por el ingeniero Jorge Giordani Cordero, cuyo conocimiento en electrónica desafiaba la teoría económica y las leyes del libre mercado, artífice del modelo económico socialista que diezmó al sector privado y convirtió al Estado, aunque de manera fraudulenta, en el dueño y señor de los medios de producción, siendo este el factor desencadenante de la aguda crisis que padecemos los venezolanos hoy día.
No obstante, los tímidos intentos de conformar un gabinete económico de peso, han sido banalizados y obstruidos por la retórica ideológica, desde la fracasada gestión del anterior Ministro, el sociólogo Luis Salas Rodríguez, cuyo desconocimiento en la materia dejaba pasmado al más lego de la clase, pasando por el removido Miguel Pérez Abad, empresario y expresidente de Fedeindustria, cuya actuación seguramente estaba ceñida a un minúsculo margen de maniobra, mas sin embargo, desde algunos sectores empresariales fue percibido como un oportunista, que busca la mejor manera de sobrevivir al maremágnum económico.
Sectores de la oposición han acusado al Ejecutivo de recibir instrucciones desde La Habana; sin embargo, no puedo hacerme eco de una información cuya fuente es imprecisa, lo cierto es, que nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, está totalmente abstraído de la cruenta realidad que lo rodea, dentro de una burbuja donde no existe la inflación, la escasez, el desabastecimiento, la inseguridad, el tiempo y el espacio; y peor aun donde no oye nada, ni a nadie, al menos a ningún ser humano, pues, si fue capaz de escuchar a un "fulano avechucho", no sería descabellado pensar, que los verdaderos asesores que dictan la pauta en materia económica sean: una rata llamada Fidel, una culebra llamada Raúl, un perro llamado Ernesto, una burro llamada Camilo y par de machorros cuyos nombres desconozco.