María
En la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) están conscientes de que tendrán que emplearse a fondo si quieren conseguir un triunfo en las próximas elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Saben, de antemano, que el Gobierno nacional se jugará buena parte de su futuro en esta contienda y que deberán enfrentarse, como en procesos anteriores, al aparato comunicacional del Estado, al uso partidista de los recursos públicos y la parcialización de los poderes judicial y electoral, como lo denuncian los líderes opositores.
En el seno de la coalición también están al tanto de que el cambio a destiempo en las reglas del juego con respecto a la paridad de género es tan solo uno de los obstáculos que tendrán que sortear durante la campaña electoral. El siguiente, según denuncian los opositores, puede ser un recurso al que el Ejecutivo ha recurrido en múltiples ocasiones para eliminar a sus adversarios: las inhabilitaciones políticas.
Los dirigentes de la alternativa democrática saben que los nombres de los candidatos podrían variar de aquí al día de los comicios. Pese a esta amenaza, las toldas decidieron respaldar a todos sus aspirantes, incluso a aquellos que, como los presos y exiliados, tienen expedientes abiertos. “Si ellos (el Gobierno) los quieren inhabilitar, que lo hagan ellos, pero nosotros no vamos a inhabilitar a nuestros compañeros”, dijo hace algunos días Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD.
Los cambios
¿Está poniendo en riesgo la oposición sus curules? ¿Qué pasa si inhabilitan a un diputado cerrado el proceso de postulación? ¿Quién quedaría de principal? Son algunas de las preguntas que se hacen los ciudadanos cuando ven en las maquetas de la alternativa nombres como el de la exdiputada María Corina Machado, quién perdió su investidura y tiene abierto un procedimiento judicial.
Si bien todas estas variantes estarán bien contempladas en el manual de postulación que se publicará en las próximas horas, Aníbal Sánchez, consultor político, explicó que las sustituciones y modificaciones se podrán hacer en caso de fallecimiento, renuncia, discapacidad física o mental debidamente certificada o razones legales. Según el artículo 63 de la LOPRE, las organizaciones podrán sustituir candidatos hasta diez días antes de la contienda. Cuando el tiempo en que se realice la sustitución resulte insuficiente para realizar cambios en el tarjeton o membrana, los votos que se emitan en la misma igual se acreditarán al sustituto. “Toda modificación realizada posterior al 7 de septiembre no se reflejará en las máquinas, pero las organizaciones pueden sustituir candidatos nominales hasta el 26 de noviembre y de las listas hasta el 6 del mismo mes”.
En el caso de la MUD, según el artículo siete del reglamente de consensos, cuando hay una situación sobrevenida, como una inhabilitación, el directorio de la mesa decidirá los mecanismo de sustitución. Este sería el procedimiento técnico. Cuando se le consultó a Torrealba quién sería el reemplazante de Daniel Ceballos, inhabilitado la semana pasada por la Contraloría General de la República, dijo que ese era un puesto de Voluntad Popular, dando a entender que en caso de inhabilitaciones el sustituto lo decidirá la organización que en un principio tenía el puesto.