Nuestros
Hace mucho tiempo, una mujer se inclinaba sobre un puente fluvial. Se va a suicidar, murmuraron los curiosos. Es vanidosa, quiere verse en el espejo del río, sentenciaron unas feas celosas. La joven no se lanzaría, se regodearía con el reflejo. Sufriendo de amores lanzaría al río, el anillo de oro de su inconstante amante.
Al ver este acto, los curiosos dedujeron que tiraba el anillo porque el oro no tenía ya ningún valor. Esta fábula de un olvidado autor argentino me permite valorar el oro que hay en nuestros cementerios antiguos, que a diferencia del anillo de la leyenda nunca pierden su valor.
Nuestros muertos están resentidos por el trato que se les da en los cementerios, el patrimonio nacional los tiene abandonados y son reflejo de las ciudades.
La palabra cementerio viene del griego, significa lugar para dormir. Los muertos en muchas partes del mundo se enterraban en las iglesias. En Maracaibo, la Catedral, Santa Bárbara y Santa Lucía tienen lápidas de difuntos.
Son famosos los cementerios de París, Roma, Buenos Aires, La Habana, Londres y Caracas, guardan verdaderos monumentos en mármol. El investigador Hanns Dieter Elschnig, checo residenciado en Caracas, publicó una obra titulada “Los Cementerios en Venezuela”.
El más antiguo de los cementerios de Maracaibo es “El Cuadrado” inaugurado en 1879, abandonado después del fallecimiento de su administradora María Lourdes Troconis. La Alcaldía de Maracaibo no le ha dado el verdadero valor. Debiera ser un Museo a cielo abierto de la ciudad.
Entre las necrópolis de Maracaibo, estuvo el Cementerio Colonial en 1829. Hubo el cementerio de los ingleses ubicado en El Tránsito y en 1834 el de los Alemanes, conocido como de los protestantes. En 1881, hubo uno en Santa Lucía. Posteriormente se construyó El Redondo, ubicado en la zona de El Paraíso. En abril de 1941 se abrió el “Corazón de Jesús en La Limpia. Últimamente se han construido Jardines de la Chinita y El Edén, con un diseño completamente distinto a los antiguos.
Cabimas ha tenido cinco cementerios ubicados en Punta de Piedras, en el sector La Plaza y en la Carretera H. Los Puertos de Altagracia inauguró uno en 1896, otro llamado Profano en San Carlos y Santa Bárbara del Zulia fundado en 1771 y el de La Villa en 1778, que funcionó hasta 1952. Se cerró un cementerio en La Cañada y existe otro en Machiques.
La historiadora Ada Ferrer nos habla de Cementerios del Municipio San Francisco desde 1866 en Cristo de Aranza, otro en 1881, uno en 1884, en la Plaza del Estudiante en 1923 y finalmente otro que data desde 1944. Nuestros cementerios están en el olvido y como dice Mario Benedetti “el olvido está lleno de memoria”.