Entre cuatro mil y 20 mil bolívares están los precios de los dos rubros más consumidor para palear la crisis de alimentos
Un kilo de carne pasa los 250 mil bolívares y sobre los 160 mil el de pollo. Los precios se convirtieron en lujo para los trabajadores marabinos que no saben cómo cubrir la canasta alimentaria frente a un ingreso diario de 26 mil 583, 67 bolívares, que ni para un kilo de arroz alcanza.
Las familias aumentan el consumo de yuca y plátano. Son los rubros que tienen precios al detal y menos de 26 mil bolívares. El kilo de yuca ronda los 20 mil bolívares y un plátano cuatro mil bolívares. “Son la alternativa porque cuando uno ve los precios de los alimentos cada día son más altos”, lamenta Benito Mavarez, trabajador.
Buscar harina de maíz es “imposible”. El precio descontrolado en los negocios supera la regulación. El paquete está en 130 mil bolívares. “Es demasiado para el bolsillo. No podemos comer con los sueldos que tenemos”.
Crisálida Sánchez, ama de casa, asegura que “no hay fórmula” para escapar de la inflación. “Se come lo que uno puede”. Come yuca, papa y verduras para extender el dinero de las compras. “Estamos comiendo por porciones” para “rendir” el abasto semanal.
Muchas veces se comen “solo con mantequilla”, agrega Mavarez al criticar que ni queso se puede adquirir en los mercados. Un kilo supera los 200 mil bolívares. Con el untable pueden tener hasta una semana, a diferencia del queso que “en una sola sentada se come y no queda más”.
Nury Hernández, ama de casa, dice no pasar hambre ni tener problemas con los precios porque tiene una “familia muy unida. Todos colaboran”. Su madre tiene siete hijos que colaboran con dinero para asegurar la alimentación del hogar. Pero sin esa “ayuda con el sueldo que tenemos no nos alcanza”.
La ayuda del bono especial de Reyes que ordenó el Gobierno nacional para ochos millones de personas registradas en el carnet de la patria “solo alcanza para un día de comida si en el hogar hay tres personas”, critica Mavarez. Es una bonificación de 500 mil bolívares limitada a uno o dos productos.
Armando Urdaneta, economista, advierte que ni bonos ni políticas de subsidio directo a familias son la solución para contener la inflación. El bono Reyes “alcanza para un kilo y medio de carne o un pollo, un kilo de leche, pero para para los tres sino para un solo alimentos”.
Descarta que hay una política oficial de “limosna salarial”. Los salarios no cubren ni la mitad de la necesidad alimenticia de la población. Los indicadores marcan que los salarios integral roza el seis por ciento de la canasta alimentaria y de la cesta de comida tres por ciento.