domingo, enero 19, 2025
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Los mosuo son una de las últimas comunidades matriarcales

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Foto: archivo

El reino de las mujeres se encuentra en China, se trata de un pueblo donde las mujeres son jefas del hogar y no existen los matrimonios

El pueblo mosuo es conocido como el reino de las mujeres. En las laderas del Himalaya, específicamente a orillas del lago Lugu, reside desde hace siglos la comunidad matriarcal de los mosuo.

En lo más lejano al suroeste de China habitan 40 mil personas pertenecientes a esta comunidad. Los mosuo mantienen su cultura matriarcal debido a su lejanía y exilió del mundo, a 2 mil 700 metros sobre el nivel del mar y con la ciudad más cercana a seis horas en carro, no cualquiera visita este pueblo. 

Lo más particular de este lugar es que no existen los matrimonios, las mujeres deciden quedarse solteras toda la vida en casa de sus padres, pero con hijos. Tienen la capacidad de elegir cuándo y con quién tener relaciones sexuales. Las mujeres mosuo tienen la libertad de tener varios amantes.

Para ellas existe una forma de unión conocida como matrimonios andantes o ambulantes, conviven juntos, ni mucho menos comparten una propiedad en común. Durante esos matrimonios los hombres visitan la casa de la mujer con una invitación y pasan la noche en un cuarto de flores. Cuando amanece los hombres deben regresar a su casa

Las parejas en esta comunidad no viven juntas y los niños son criados en casa de las madres, los hermanos y tíos de la mujer son quienes ocupan el lugar del padre.

Los hombres mosuo tienen la responsabilidad económica de sostener a sus sobrinos que viven en su casa, no a sus hijos. Trabajan vendiendo productos locales alrededor de la zona, construyendo viviendas, pescando y encargándose del ganado. 

Las mujeres del pueblo son las jefas del hogar, toman todas las decisiones en el ámbito familiar.

La libertad e ingresos de las mujeres se heredad, las riquezas, bienes y propiedades pasan de madre a madre al morir, y así conservan su independencia. 

“En realidad depende de la personalidad del hombre. A pesar de que el matrimonio no funcione, él puede seguir encargándose de los niños. Les compra regalos y contribuye a su educación. Los niños son sus hijos aunque no dependan de él”, aseguró Yang Zhaxi, un joven criado por su madre y tíos, pero que mantiene una relación con su padre biológico. 

El gobierno chino no reconoce a los mosuo como uno de los 55 grupos oficiales de minorías porque su población es muy pequeña. En ocasiones a las personas pertenecientes a esta comunidad se les identifica como mongoles. 

Los mosuo creen en la idea de una Madre Tierra y en el budismo, por ello muchas familias envían a los varones a estudiar budismo. Las personas de esta comunidad veneran a los perros. 

Según los mitos que inspiran la fe de la comunidad hace mucho tiempo los perros tenían una vida de 60 años y los humanos solo vivían 13. Los humanos y los perros acordaron intercambiar vidas con la condición de que los humanos debían presentar sus respetos a los perros. 

Actualmente algunos jóvenes de la comunidad se sienten atraídos por la idea de amor romántico que ven en las películas chinas, por ello muchos elijen casarse de la forma tradicional.

Zhaxi se casó con una chica fuera de la tribu, viven juntos y tienen un bebé y considera que “es un estilo de vida más simple”. 

A pesar de tener su familia Zhaxi ayuda al cuidado de los hijos de su hermana, porque es su responsabilidad. 

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