Los muxes son el tercer género del sur de México

Foto: archivo

En el pueblo de Juchitán ubicada al sur de México, desde hace siglos existen tres géneros: hombres, mujeres y muxes

En la región de Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, México, existen tres géneros, hay hombres, mujeres y muxes. Esta tercera clasificación es motivo de orgullo para los habitantes de Juchitán, pues consideran que allí se vive la aceptación de la diversidad.

Los muxes son personas nacidas con cuerpos masculinos, que no se identifican como varones sino como un tercer género más cercano al de la mujer, pero que no busca ser totalmente femenino, para las personas el pueblo son solo eso, muxes. Existen desde hace siglos y ha sido heredado desde las épocas precolombinas. 

El seis por ciento de la población de Juchitán son muxes, algunos muxes se visten de mujer y cumplen el rol asignado al género femenino en la comunidad, realizan tareas como limpiar, cocinar, bordar, se visten con vestidos y faldas y algunos se relacionan sexualmente con hombres de mayor medida.

 La comunidad no los considera ni homosexuales, ni travestis, ni transexuales, son un tercer género aceptado desde hace muchos años. Los muxes prefieren ser tratados como mujer y ocupan un papel muy importante en la cultura zapoteca.  

“En zapoteco, como en inglés, no hay géneros gramaticales. Solo hay una forma para todas las personas. Los muxes nunca se han visto obligados a preguntarse: ¿son más hombres o más mujeres? “, explicó Lukas Avendaño, un Muxe del pueblo. 

Los muxes poseen su propia identidad, tienen estilos muy diferentes, algunos visten vestidos bordados, otros prefieren un estilo más drag queen y otros utilizan ropa masculina y muestran que son muxes por medio del maquillaje.

Según Avedaño es difícil definir qué es un muxe, “es cualquier persona que nació hombre pero que no actúa de manera masculina”, explicó. 

Hay algunos Muxes que se cambian el nombre, como le sucedió a Felina, quien decidió cambiarse el nombre masculino Ángel que le pusieron al nacer, y ahora la conocen por el apodo Felina. Afirmó que “hay hombres y mujeres y hay algo en medio. Eso es lo que soy”.

Las funciones de los muxes en esta comunidad son primordiales. “Cuando el hombre está en el mar o en el campo y la mujer está en el mercado, no hay nadie para cuidar la casa y la familia. Ahí es donde entra el muxe”, contó Noé Díaz, residente de la comunidad.

Agregó que los a los muxes no se les permite socialmente tener relaciones a largo plazo o casarse, porque deben quedarse con sus madres cuando envejezcan. 

Según Noé Días, algunos muxes trabajan organizando las fiestas tradicionales del pueblo, que forma parte de la economía local, confeccionan disfraces y adornos para velas, bautizos y bodas. 

Los muxes tienen relaciones sexuales con los mayates, que son hombres no muxes, y no son considerados homosexuales. 

 “Para los zapotecas solo las relaciones sexuales entre un hombre muxe y un heterosexual tienen significado. Las relaciones entre muxes o entre un hombre muxe y un hombre gay no tienen sentido, de hecho son inconcebibles”, escribió Marinella Miano Borruso en un artículo titulado Entre lo local y lo global: los muxe del siglo XXI. 

 

 

 

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