“Los niños se acuestan con un vaso de agua de azúcar en el estómago”

La organización humanitaria Cáritas de Venezuela presentó un informe en el cual advierte sobre el aumento de los casos de desnutrición en el país. Janine Perozo, directora de salud Maracaibo, alertó sobre el aumento de la malnutrición en los sectores de la capital zuliana 

Cáritas Venezuela reveló las cifras de su estudio sobre la desnutrición en el país. Los últimos estudios hechos por la organización muestran que su avance, sobre todo en niños hasta cinco años, crece peligrosamente. Así lo confirmó Janeth Márquez, directora de la organización humanitaria en el país.

Explicó que, “ante la falta de cifras oficiales”, la organización asumió la iniciativa de hacer una investigación sobre la enfermedad “porque a la gente que llega a nuestros servicios les faltan medicamentos, se desmaya y están perdiendo mucho peso”.

Janine Perozo, directora de Salud Maracaibo, habló con La Verdad sobre el trabajo adelantado por la alianza humanitaria. De entrada lamentó que las madres tengan que ingeniárselas para poder sobrevivir con sus hijos, “en muchos casos vemos cómo los niños se acuestan solo con un vaso con agua con azúcar en el estómago”. La especialista recalcó que la alimentación del infante con leche materna está en peligro y no es garantizada. “Ahorita la alimentación del infante con leche materna  es muy difícil. Es una opción, pero cuando tenemos una madre que también está malnutrida, no es mucho lo que puede darle al bebé”.

La directora de Cáritas describió como “alarmantes” los resultados del sondeo sobre la desnutrición aguda en niños de cero a cinco años. Llevaron al Gobierno “algunas recomendaciones para dar una alerta y plantear algunas políticas públicas especiales”. Lamentó que el Ejecutivo tenga conocimientos de estos estudios y recomendaciones, pero “nunca da una respuesta” al respecto.

Reveló que en un primer boletín hecho entre octubre y diciembre de 2016, “la desnutrición aguda marcaba 8,9 puntos, cuando las cifras oficiales eran de tres. Con estas cifras la situación ya es de alerta. El segundo boletín fue de enero y febrero de 2017 y marcaba 10, mientras que último, comprendido entre marzo y abril es de 11,1 puntos”.

Márquez agregó que los estudios se realizaron en 29 parroquias de las regiones de Caracas, Miranda, Vargas y Zulia. “Así se lo planteamos al Estado, dijimos que así era la situación nutricional en población vulnerable”.

Poder adquisitivo

Para Perozo la situación económica a la que se enfrentan las familias venezolanas es alarmante, debido a que algunas eliminaron por completo de su dieta productos como carne, leche, huevos y granos. “La falta de un control cambiario sobre los productos básicos, como la leche y la carne, que son alimentos fundamentales para la nutrición, los hizo desaparecer de la mesa de la mayoría de los hogares. Ya ni siquiera se come granos, un sustituto para la proteína, por su alto precio”. 

Los más afectados son los niños porque son los que necesitan de más nutrientes, apuntó Perozo. “Ellos son los que requieren mayor cantidad de proteínas y tener los tres grupos básicos de alimentos indispensables para su desarrollo y crecimiento”.  

Sustitutos

Los grupos familiares en Maracaibo cambiaron su dieta por completo, muchos hurgan en la basura y comen las sobras. En otros casos ya es común ver infantes agrupados en las salidas de las panaderías, supermercados o restaurantes, donde piden algo de comer. 

Tal y como lo reseña la directora de Salud Maracaibo, antes las madres sustituían la leche con agua de arroz o de pasta, en 2017 esa realidad cambio para peor. “Ahora vemos cómo niños y adultos buscan entre la basura para ver qué quedó para poder comer. Las cifras cada día se incrementan y no solo de desnutrición o de bajo peso de las personas, sino sobre las consecuencias que tiene posteriormente este grupo de personas”.

Alertó sobre los riesgos que corre la sociedad por consumir desechos de la basura. Desde diarreas crónicas, que desencadenan en septicemia, hasta hepatitis. “La ingesta de las bacterias producidas por la descomposición de alimentos son un riesgo muy grande que corre la sociedad en este momento”.

CLAP

La responsable de Cáritas en Venezuela también explicó que las llamadas bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), distribuidas por el Gobierno, no pueden ser la solución y denunció que no llegan a todos. “El problema es que no es una bolsa complementaria. La gente no tiene qué comer y al final se convierte en la bolsa de los únicos alimentos que tienen. Además por ahora solo llega a dos millones”.

Indicó que la bolsa principal de alimentación de las familias “solo dura 10 días, además no se les da a todos los necesitados y en algunos casos llega cada mes y en otros cada dos meses. Entonces la gente pasa mucho tiempo sin tener el alimento necesario”.

En otro de los estudios de Cáritas se demuestra que se debería comer una diversidad de 12 alimentos de media, pero “el venezolano come ahora mismo entre cuatro o cinco de esos 12. Además poca proteína y leche en los niños pequeños. Hay indicadores del año pasado que muestran una falta de abastecimiento de comida y de medicamentos del 80 por ciento”.

¿Crisis humanitaria?

Para Cáritas, la única solución para paliar el problema es que el Gobierno declare que existe una “crisis humanitaria”. Márquez advierte que “esto causa el aumento del índice de ausencia escolar entre los niños porque las mamás dejan que los niños duerman más para darles solo almuerzo y cena, la venta de los instrumentos de trabajo y la separación familiar, porque muchas familias mandan a sus hijos a otros lugares para que puedan comer”.

Denunció que el Ejecutivo nacional no acepta que ninguna organización, como Cáritas o Cruz Roja, mande ayude humanitaria. “Nosotros hicimos cuatro solicitudes formales desde marzo de 2016, donde pedimos un permiso especial para la entrada de medicamentos. Nos dijeron que no se puede porque no hay crisis humanitaria”.

La doctora Perozo alertó que en las visitas de la Alcaldía de Maracaibo en jornadas de atención médica en diversos sectores de la ciudad existen más casos de malnutrición que de desnutrición. “Nosotros atendemos los dos grupos, pero hay más malnutridos que desnutridos, es decir que la mayoría va encaminado a ser desnutridos. Porque no solo es que la persona baje de peso, sino las consecuencias que eso trae”.

La malnutrición impide el correcto desarrollo psicomotor e intelectual del niño y complicaciones médicas graves para los adultos mayores que podrían generar en la muerte.

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