Mucho se habla de los beneficios de la lactancia materna y todas las bondades que origina al niño durante los primeros meses o años, sin embargo, poco se habla del apoyo del acompañante de la mujer lactante durante estos primeros meses.
Los papás también amamantan, se refiere principalmente al apoyo incondicional que se le puede brindar a la mujer antes, durante y después de alimentar a su bebe. Este apoyo viene dado por ese acompañar del padre durante las noches de desvelo de las primeras semanas o meses del nacimiento del bebe, donde el cansancio de la madre se hace presente y comienzan los dolores lumbares por la posición adoptada, en ese momento es indispensable hacer sentir la presencia del hombre, donde tomar al bebe de la cuna al momento del llanto, otorgar algunos masajes en la espalda baja y media de la mujer, apoyo en las labores del hogar, cuidado de los otros hijos (si los hubiere) permite ese descanso deseado que muchas madres necesitan durante este periodo.
El apoyo emocional y comprensión brindados por el padre a la madre, deben ser sólidos de manera que cuando ocurran dificultades, obstáculos y presiones sociales para que deje de amamantar, otorgue toda la seguridad necesaria para continuar con la lactancia. Este apoyo emocional es fundamental para contribuir al éxito de la lactancia materna.
Nuestra cultura venezolana y/o latina muy poco permite al hombre preparar o ser parte de ese escenario donde mujer-bebe están unidas por ese lazo de alimentación, emoción y afecto; muchos caballeros quizás hasta poco disfrutan de estos momentos tan especiales y llenos del verdadero amor materno por dejar que el machismo prevalezca antes de vivir estas experiencias.
El año 2002 un periódico de Sri Lanka, publicó que un hombre de 38 años de edad, cuya pareja había muerto al momento del parto, parecía tener la habilidad de dar el pecho a sus dos hijas pequeñas. “La mayor de mis hijas rechazo ser alimentada con leche artificial. Un día estaba tan preocupado, que para intentar que dejara de llorar, le ofrecí mi pecho. Entonces me di cuenta que yo era capaz de amamantarla” admitió el hombre (fuente: www.planetacurioso.com)
Considerando mi experiencia vivida durante este proceso, el cual es lactancia en tándem (cuando una mujer amamanta, en el mismo periodo, a dos hijas de diferentes edades), el acompañamiento no solo origina beneficios a la madre, también desarrolla el apego o lazo afectivo con el lactante, produciendo un acercamiento mágico padre-hijo desde la llegada del bebe al hogar, fortaleciendo también la familia.
Cuando nos encontramos a un papá dispuesto a ayudar, cuando este colabora para facilitarle el trabajo a mamá y que ella pueda dar alimento a su bebe, entonces podemos decir que estamos en presencia de un papá que también amamantan.
Aprovechemos las bondades que la naturaleza nos brinda y promovamos esta alimentación que tantos beneficio otorga a la familia.