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Olvidados, estigmatizados y señalados. En medio de ese contexto transcurre la vida de los indígenas alrededor del mundo y el día internacional de estos pueblos, pasa por alto al igual que sus problemas. Desde que el 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidiese que cada 9 de agosto se celebrara esta fecha, un rayo de luz los trata de visibilizar.
En el Zulia, según estudios, habita el pueblo Bari, Yucpa, Japreria, Añú y Wayuu que viven con un orden social y cultural particular, distintas formas de organización comunitaria, diversos sistemas de parentesco y una diversidad de manifestaciones culturales en base a sus tradiciones ancestrales. De acuerdo al último censo del Instituto Nacional de Estadística publicado en 2011, la población indígena en Venezuela era de más de 724 mil habitantes y el estado albergaba el 60 por ciento de ese total.
En el país, convergen más de 52 pueblos indígenas, de los cuales un 63 por ciento vive en áreas urbanas y 35 por ciento no habla el idioma de sus antepasados. Los desplazamientos forzosos o en busca de una vida mejor, oportunidades y salir de la pobreza, “ocasiona que se pierdan tradiciones, costumbres, terrenos y vidas”.
Traspasan fronteras
Los pueblos indígenas representan una gran diversidad y existen más de cinco mil grupos distintos en 90 países. Hablan una “abrumadora” mayoría de las siete mil lenguas del mundo y representan más del cinco por ciento de la población mundial, sin embargo, “se encuentran entre las más desfavorecidas y vulnerables, representando el 15 por ciento de los más pobres” de acuerdo a la ONU.
Estos comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos en todo el mundo y buscan durante años el reconocimiento de sus identidades, formas de vida, territorios tradicionales y recursos naturales. A lo largo de la historia sus derechos “fueron violados y en la actualidad, se encuentran entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo para hacer frente a la exclusión, marginación y dificultades para disfrutar de sus derechos básicos” según informes de organismos internacionales.
Pese a estar incluidos en distintas legislaciones como es el caso de la Constitución en Venezuela, esto “parece quedar en letra muerta” puesto que distintas ONG reportaron “graves” violaciones de derechos humanos, desplazamientos forzosos, masacres, amenazas, desabastecimiento, hambrunas, desapariciones y desatenciones.