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Representantes de los más de 900 alumnos de la Unidad Educativa Luis Arrieta, de Pomona, decidieron cerrar los portones como medida de protesta por la situación crítica que atraviesa la institución.
En lo que va de año escolar la institución ha sufrido tres asaltos. “Los último que se robaron fue el filtro de agua, se llevaron las tuberías, los aires acondicionados, los ventiladores de techo, los pupitres y el sistema eléctrico”, precisó Zulay Romero.
Luis Virla, subdirector, señaló que también sufren un caos financiero. “Hay obreros y docentes que tienen meses sin cobrar y además el comedor no hay alimentos que prepararles a los niños”.
Sin titubeos los manifestantes dijeron que la escuela permanecerá cerrada hasta que la gobernación atienda el caso. “Da vergüenza que una institución que tenga 55 años de fundada se encuentre de esta forma”, dijo uno de los denunciantes.
Con información de Ledys Torres