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Los policías e investigadores trabajan arduamente para dar con los homicidas de Luis Antonio Moreno Villalobos, de 40 años, torturado y decapitado en un terreno baldío en el barrio Luz de Dios, parroquia Francisco Eugenio Bustamante. "Son los Sanguinarios que quieren sembrar terror al oeste de Maracaibo", le comentó un testigo a los oficiales.
El uniformado contó todo lo que sabía de su pariente, dieron parte de los rumores y los funcionarios unieron cabos sueltos. "Lo que ella nos dijo, nuestra experiencia y la forma en que se han dado los últimos homicidios en esa zona, nos señala a una misma gente". Operan igual y tras cada asesinato aumentan su violencia.
Moreno era inocente. El pasado sábado consumía bebidas alcohólicas en el barrio. Sus asesinos lo interceptaron cuando caminaba solo por el lugar, lo llevaron hasta la vivienda abandonada y lo acribillaron. Su cabeza la abandonaron en una zona enmontada, cercana a la escena. Los moradores hallaron el cadáver a las 6.00 de la mañana del pasado domingo.
Un funcionario explicó que la comunidad se prestó a buscar la cabeza. El olor alertó a los vecinos, pensaron que era un animal muerto, que estaba en un bolso negro con verde. Llamaron al Servicio de Emergencias VEN-911, llegó una patrulla y descubrieron que era la cabeza de Luis. Al lugar llegó la Policía científica y se la llevaron a la morgue.
Vendedor de verduras
Los vecinos de la madre de Moreno, en la calle 96D- 1 del barrio Villa Aurora III, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, contaron que Luis Antonio era un muchacho tranquilo. Tenía una pareja, pero no procreó hijos. Una señora recordó que el pasado sábado lo vio a las 5.00 de la tarde, cuando regresaba de vender verduras, con su hermano, en un local.
"Él no venía mucho por aquí. Casualidad lo vi el sábado, pero no sé a dónde iba o qué hacía", explicó la mujer. Sin embargo, los vecinos que la acompañaban, respaldaron que al infortunado nunca lo vieron en malos actos o involucrado en delitos. Resaltaron que a las 10.30 de la mañana salió una caravana para el cementerio Sagrado Corazón de Jesús para el sepelio.
Por el caso, la Policía regional y la científica rastrean la zona para dar con el paradero de los delincuentes, que según su base de datos, están relacionados a esta banda que acribilla a sus rivales e inocentes para marcar territorio, sembrar terror en la colectividad y demostrar su poder.