¡Ya no es insólito, que el disfuncional de Miraflores pronuncie discursos bufones a sus camaradas y “camarados”, quienes aplauden como focas su falacia de que ellos quieren paz
La rectora de la UCV, doctora Cecilia García Arocha en días pasados, afirmó contra el discurso socialista, estéril y demagógico, pero lleno de odio contra la oposición, a la que considera, antidemocráticamente, el enemigo, que: “En Venezuela no hay analfabetas”.
Por supuesto, la doctora, ante la insolencia de la tolda política del Gobierno, proferida y representada con el discurso del mismo presidente Maduro. Indignada, niega, paradójicamente, algo que, sí existe en Venezuela, y el ejemplo se verifica con sus propias palabras al considerar al propio Presidente un analfabeto funcional. Lo emblemático del pronunciamiento es la afirmación de que la junta cívico-militar que constituyen el Gobierno llamada chavismo es:
“(…) una unión cívico-militar de analfabetas y militares (que no son sino animales armados que no tienen idea de doctrina militar) lacayos de la dictadura cubana, fruto de la diáspora de los intelectuales cubanos.”
La doctora clama por nuestra soberanía, manifestando que estamos en guerra, y los invasores que fueron repelidos en 1967 por las heroicas fuerzas militares venezolanas, ahora con la anuencia y el apoyo de la otrora quinta columna de la izquierda venezolana en alianza con el castro comunismo, quieren imponer su hegemonía monárquica, someter a nuestro pueblo mediante el terror y la violencia apoyando a los verdaderos traidores de la patria que ahora ostentan el poder, y mantenerlo, mediante el control de cambio, control alimentario (hambre) y el terror de Estado.
¡Ya no es insólito, que el disfuncional de Miraflores pronuncie discursos bufones a sus camaradas y “camarados”, quienes aplauden como focas su falacia de que ellos quieren paz, sino, que blasfeme contra nuestra prosapia y gesta heroica -como lo espetó, en el marco del otorgamiento de recursos para el Frente Francisco de Miranda este jueves 29-06-2017 -anteponiendo a Fidel Castro como héroe de la patria seguido de Chávez y antes que nuestro libertador Simón Bolívar y, donde también pronunció el nombre del apóstol de la libertad cubana, Martí que, -dicho sea de paso- no comulgaba con el marxismo comunismo, en vez, pensaba que esa doctrina no era la que sanaría la enfermedad que padecía Cuba.
Rómulo Betancourt ante las pretensiones expansionistas de Castro dijo: “Venezuela cuando necesitó libertadores, no los importó, los parió”.