La defensa de Luiz Inácio Lula da Silva pidió a la justicia que el expresidente brasileño pueda salir temporalmente de prisión para asistir al velorio y funeral de su hermano mayor, quien murió este martes
Genival Inácio da Silva, conocido como Vavá, tenía 79 años y luchaba contra un tipo de raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos, confirmó el PT en un comunicado.
Los abogados solicitaron que Lula deje la prisión para poder asistir al velorio de su hermano, que se celebra este martes, y al funeral, el cual está previsto en la mañana del miércoles en la localidad de Sao Bernado do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo, de acuerdo con el pedido.
Recordaron además que la ley establece que es “un derecho del ciudadano en situación de encarcelamiento salir temporalmente del establecimiento en el que se encuentra en la hipótesis de fallecimiento del hermano, como es el caso”.
El Partido de los Trabajadores lamentó la muerte del hermano mayor de Lula y expresó su deseo de que el mandatario pueda abandonar la prisión en la que está recluido desde abril para asistir al funeral de Vavá.
“Lula tenía en Vavá una figura paterna. Nuestro pésame a la familia. Un abrazo afectuoso y de fuerza a Lula. Esperamos que pueda ver a Vavá por última vez”, resaltó la presidente del partido, Gleisi Hoffmann, en un mensaje publicado en Twitter.
La expresidenta Dilma Rousseff aseguró que “recibió con mucha tristeza la noticia” y, al igual que Hoffmann, dijo esperar “que el presidente Lula pueda al menos despedirse de su hermano querido”.
Lula (2003-2010) se encuentra preso desde abril del año pasado en la sede de la Policía Federal de Curitiba, después de haber sido condenado a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la operación Lava Jato.
En su sentencia, un tribunal de segunda instancia dio por probado que Lula recibió un apartamento de tres plantas en una playa de Sao Paulo a cambio de favores concedidos a la constructora OAS, un hecho que el expresidente niega tajantemente.
Los abogados de Lula han pedido en reiteradas ocasiones la libertad del expresidente, a quien consideran víctima de una “persecución política y judicial”, pero las demandas han sido desestimadas en todos los casos.
Además de la condena, el exlíder sindical responde por otros procesos en la justicia, la mayoría de ellos por corrupción.