Matan a excapataz del hipódromo

Los efectivos del cuerpo detectivesco recolectaron las evidencias para iniciar las investigaciones. (Foto: La Verdad)

Los sicarios de “Joseito”, como lo llamaban por cariño, lo sorprendieron cuando caminaba hacia el carro de su padre, una vez que él junto a su progenitor le hicieran reparaciones a la unidad

De cuatro balazos asesinaron ayer a José del Carmen Linares, de 42 años, en el patio de la casa de su madre, en el sector Cuatro Bocas, en el municipio Santa Rita. La Policía científica maneja el ajuste de cuentas como móvil del crimen.   

Los sicarios de “Joseito”, como lo llamaban por cariño, lo sorprendieron cuando caminaba hacia el carro de su padre, una vez que él junto a su progenitor le hicieran reparaciones a la unidad. 

Un familiar, quien prefirió ocultar su identidad, señaló que Linares entró a la casa a tomar agua y al salir los motogatilleros burlaron la cerca de alambre de púas, le dispararon dos oportunidades en la cara y luego dos veces más en el pecho delante de su padre. Al verlo desangrarse huyeron rápidamente. 

Los gritos desgarradores de su progenitor, alertaron a los vecinos, quienes corrieron a prestar ayuda, pero “Joseito”, murió de inmediato. Su madre corrió a abrazar el cuerpo para llorar al mayor de sus hijos, pero rápidamente la llevaron a un centro asistencial. Ingresó con shock emocional.

Quienes lo conocieron aseguraron que era un hombre muy querido, nunca involucrado en problemas ni discusiones callejeras, al contrario, evitaba los problemas, por lo que desde hace 20 días renunció como capataz en el Hipódromo de Santa Rita, tras tener allí 23 años de labores ininterrumpidas. 

Linares decidió renunciar luego de que asesinaran a Erick Chourio, propietario y entrenador de caballos, el pasado 18 de diciembre, quien era hermano de alias el “Pepito”, peligroso expran de la cárcel de Sabaneta y pertenecía a las filas de la banda del “Mocho Edwin”. 

José también estaba en la lista de interrogados por la muerte de Chourio en la Policía científica y 15 días atrás lo llamaron a declarar. “Él quería una vida más tranquila, por lo que agarró el dinero de su liquidación y lo invirtió en la reparación del carro de su papá para trabajar como chofer”, dijo un allegado a su familia. 

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