En una entrevista con la BBC divulgada este martes, Maduro insistió en que no permitirá la entrada a su país de ayuda humanitaria porque supondría justificar una intervención de Estados Unidos
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó al gobierno estadounidense de Donald Trump de “pandilla” de extremistas y consideró que el grupo de supremacía blanca Ku Kux Klan parece estar en la Casa Blanca.
Maduro expresó su esperanza de que “este grupo extremista en la Casa Blanca sea derrotado por una poderosa opinión pública mundial”.
Más de 40 países, entre ellos España y el Reino Unido, han reconocido al líder opositor venezolano Juan Guaidó como presidente interino, mientras Maduro afronta presiones internacionales para convocar elecciones presidenciales.
“Es una guerra política, del imperio de Estados Unidos, de los intereses de la extrema derecha que hoy gobierna, del Ku Klux Klan, que gobierna la Casa Blanca, que quiere apoderarse de Venezuela”, resaltó el gobernante izquierdista a la cadena británica.
Al ser preguntado por si creía que Trump es de una “supremacía blanca”, Maduro contestó: “lo es (…) nos odian, nos menosprecian porque solo creen en sus propios intereses y en los intereses de EEUU”.
Sobre la ayuda humanitaria, afirmó que Venezuela tiene “la capacidad para satisfacer todas las necesidades de su pueblo”.
El gobernante, que ha culpado a las sanciones impuestas por EEUU por la crisis económica en su país, agregó que la intención de Trump es “crear una crisis humanitaria para justificar una intervención militar”.
“Esto es parte de la farsa. Es por ello que, con toda dignidad, nosotros les decimos que no queremos sus migas, su comida tóxica, sus sobras”, aseveró.
Maduro, que asumió el poder en 2013, fue reelegido para un segundo mandato el año pasado pero los comicios fueron controvertidos después de que a muchos candidatos de la oposición se les prohibiera participar o estuvieran en la cárcel.
El pasado 23 de enero Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela, se proclamó presidente encargado del país.
Maduro, que cuenta con el apoyo del Ejército venezolano y de Rusia y China, ha insistido en que no ve la necesidad de un adelanto electoral.