El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que está dispuesto a retomar con una “agenda abierta” los diálogos políticos con la oposición, que no lo reconoce y lo tacha de dictatorial, a solo días de que jure un nuevo período de seis años tras ser reelegido en mayo pasado.
“Yo reitero el día de hoy mi disposición absoluta a instalar un diálogo, con agenda abierta, franco, directo, con todos los sectores de la oposición venezolana que estén dispuestos a mantenerse en el cauce democrático”, dijo el gobernante en medio de un mensaje con motivo del Año Nuevo difundido la noche de este lunes en cadena obligatoria de radio y televisión.
Con todo, no ofreció mayores detalles ni estableció un plazo para una eventual reactivación de la mesa de negociaciones.
El Gobierno de Maduro y la oposición entablaron un diálogo a finales de 2017, pero esté acabó sin resultados a principios de 2018 cuando ambas partes se acusaron de romper los primeros acuerdos alcanzados y el antichavismo se negó a firmar un documento de compromiso por considerarlo contrario a sus reclamos.
Sin embargo, varios dirigentes opositores, como los excandidatos a la presidencia Henrique Capriles y Henri Falcón, dijeron varias veces durante el 2018 que la solución a la acuciante crisis política y económica que atraviesa Venezuela pasa por la negociación, aunque también reconocieron que no existían condiciones para el diálogo.
Maduro fue reelegido con amplio margen en las controvertidas elecciones de mayo pasado, a las que no se presentó el grueso de la oposición por considerar que no habían garantías y estar inhabilitados sus principales líderes.
En ese sentido, el mandatario dijo en su mensaje que Venezuela tendrá este 2019 “un nuevo comienzo”, en el que finalmente desarrollará el llamado “plan de la patria”, un programa de acción de 5 líneas que propuso el fallecido Hugo Chávez en 2012.
Asimismo, Maduro destacó en su alocución los que consideró los principales logros de su gestión durante el 2018, como alcanzar la cifra de 4 millones de pensionistas -que perciben menos de 8 dólares al mes según la tasa cambio oficial- o el reparto de alimentos “de forma casi gratuita” a unas 6 millones de familia a través de un programa conocido como Clap.
“El 2018 fue el año de la consolidación de los derechos”, aseveró.
Maduro también dijo que el 2019 debe ser un año para “consolidar las 10 líneas” de su programa de recuperación económica, que expertos y opositores culpan por la profundización de la crisis, y de detener la tendencia hiperinflacionaria que sufre el país, un indicador que según el Parlamento, que controla la oposición, cerrará el año en más de 2.000.000 %.