
Maduro no se refirió ayer de forma explícita a estas denuncias, pero aseguró que dejará a los jóvenes “una patria libre, próspera y feliz”
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, reconoció el pasado jueves que hay “mucha corrupción” en su Gobierno, que iniciará un nuevo período de seis años en enero próximo, al tiempo que ordenó un “plan nacional” para capturar a los ladrones “infiltrados” en los cargos públicos.
“Es verdad que hay mucha corrupción, hay mucha indolencia y hay mucho burocratismo, hay mucho bandido por ahí aprovechándose de los cargos para robar al pueblo”, dijo el gobernante en un acto con simpatizantes transmitido en cadena obligatoria de radio y TV.
“Son los peores enemigos que tiene la patria ahora, bandidos, ladrones que se disfrazan de ‘rojo-rojito’ (en alusión al color que identifica al partido de gobierno) y han robado la patria”, añadió.
En ese sentido, el líder chavista ordenó a su vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, ponerse al frente de un “plan nacional” para depurar de corruptos la administración pública venezolana.
Señaló, además, que hace falta en el país “una gran revolución educativa, moral (y) espiritual”, que debe iniciar por no aceptar “bajo ningún aspecto” la corrupción en la cosa pública.
“Los corruptos le han hecho y le hacen un gran daño al país”, insistió el mandatario al pedir que los simpatizantes de la llamada revolución bolivariana, en el poder desde 1999, tomen “con mucha fuerza” la lucha “contra la indolencia, el burocratismo y la corrupción”.