El mandatario venezolano reveló durante una entrevista que su canciller se reunió en secreto en Nueva York con un enviado especial de Estados Unidos
Nicolás Maduro reveló que Elliott Abrams, el enviado de los Estados Unidos, se reunió con el canciller venezolano Jorge Arreaza, para conversar sobre la situación del país y a quien invitó a visitar la nación sudamericana.
El mandatario dio a conocer la información durante una entrevista para la agencia de noticias The Associated Press.
Un alto funcionario venezolano dijo que la segunda de dos reuniones se llevó a cabo el 11 de febrero, cuatro días después de que Abrams había declarado que “el momento para dialogar con Maduro ya pasó hace mucho”. El funcionario habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado para comentar sobre las reuniones.
Incluso, aunque criticó la postura beligerante de Trump hacia su Gobierno socialista, Maduro señaló que tiene la esperanza de sostener una reunión con el mandatario estadounidense para resolver una crisis derivada del reconocimiento que el Gobierno norteamericano hizo del líder opositor Juan Guaidó.
Maduro dijo que mientras estuvo en Nueva York, su canciller invitó a Abrams a que acuda a Venezuela “en privado, en público, en secreto”. “Si quiere reunirse, que él diga cuándo, dónde y cómo, y yo voy”, afirmó Maduro sin proporcionar más detalles. Dijo que las dos reuniones en Nueva York se extendieron varias horas.
A veces en tono conciliador, y combativo en otros, Maduro dijo que todo lo que Venezuela necesita para recuperarse es que Trump saque su “mano infectada” del país, el cual tiene las reservas petroleras más grandes del mundo. Denunció que las sanciones de Estados Unidos a la industria del petróleo son las que provocaron las penurias de los venezolanos, aunque la escasez de bienes y la hiperinflación que según los economistas superó el millón por ciento comenzaron mucho antes de las medidas adoptadas por Trump.
Maduro dijo que compensará la repentina caída en los ingresos enfocándose en los mercados de Asia, específicamente en el de la India, donde el director de la petrolera estatal PDVSA se encontraba esta semana para negociar nuevas ventas de petróleo.
“Nosotros tenemos muchos años ya construyendo la ruta de Asia”, comentó. “Es una ruta exitosa y la ruta de Asia nos exige cada vez más volumen y cantidades de petróleo”.
También mencionó el continuo apoyo de China y sobre todo de Rusia, que ha sido uno de los mayores proveedores de préstamos, armas e inversiones petroleras en los últimos años. Dijo que el apoyo de Vladimir Putin conlleva el riesgo de convertir la crisis actual en una lucha geopolítica entre Estados Unidos y Rusia, que evoque algunas de las disputas más peligrosas de la Guerra Fría.
En medio de la creciente presión interna y en el extranjero, Maduro aseveró que no renunciará como forma de mitigar las tensiones. Consideró que las cajas de ayuda humanitaria enviadas por Estados Unidos que se encuentran en un almacén en la frontera con Colombia son simples “migajas” después de que el Gobierno estadounidense congeló miles de millones de dólares de los ingresos petroleros venezolanos y de sus activos en el extranjero.