En Alfaro, un pequeño municipio de La Rioja, España, la tradición del Domingo de Resurrección cobró vida con la quema de figuras caricaturescas que representan a líderes políticos como Nicolás Maduro, Donald Trump y Benjamín Netanyahu con el propósito de reivindicar la libertad y el fin de las guerras.
En el caso de Maduro, los asistentes lo incineraron dentro de una urna de votación, rodeado de actas.
La quema de “los Judas de Alfaro” tiene sus raíces en una tradición cristiana que conmemora la traición de Judas, el discípulo que, según la Biblia, traicionó a Jesús de Nazaret.
Javier Marín, uno de los organizadores, explicó a EFE que las figuras de este año tienen un marcado carácter reivindicativo. Los muñecos, elaborados con materiales como cartón, papel y madera, son exhibidos por las calles antes de ser consumidos por las llamas, representando simbólicamente el deseo de “quemar” lo negativo del año.
Esta tradición era diferente en sus inicios, ya que los muñecos se realizaban con bases de paja arropadas con monos azules como ropaje y a los que se ponía una careta a modo de cara, y también “se les introducía algún petardo dentro”.
Fuente: EFE.
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