Maduro tiene en su contra la peor gestión presidencial de toda la historia de Venezuela. Henri Falcón, tiene en su contra el peso de haber emergido del chavismo, al parecer, su pedigrí no termina de calar en la población opositora
En las desnaturalizadas, injustas e ilegales presidenciales del 20 de mayo se yerguen solo dos candidatos, los demás son intentos desesperados, no sabemos si por parte del régimen para intentar llevar a cabo su macabro plan “electoral” o por ambiciones personales de los participantes, desprovistas de lógica, sensatez, de factibilidad.
Comencemos por Maduro: Tiene en su contra la peor gestión presidencial de toda la historia de Venezuela, al igual le ocurrió a su antecesor y mentor, ve día a día empeorar los problemas tradicionales del país y los aún peores que se han forjado a la luz de la “revolución”. La ventaja de Maduro es la desgracia para el pueblo, pues posee en condiciones de esclavitud entre un 20 al 25% del registro electoral, a través de la manipulación de la pobreza que la “revolución” genera justamente para fines electorales. Maduro cuenta con todos lo recursos del Estado absolutamente desprovistos de contraloría, además de contar con las instituciones públicas, sin empacho alguno, partidizadas a su favor. Su otro punto a favor es la abstención que se respira de cara al 20-M.
Por otro lado, Henri Falcón, tiene en su contra el peso de haber emergido del chavismo, al parecer, su pedigrí no termina de calar en la población opositora, sin embargo, el chavismo descontento pudiera identificarse con él o, al contrario, no olvidar la novelizada “traición” de éste para con Chávez. Falcón intentó jugar a la sindéresis en un contexto de extrema polarización, no cuenta con el apoyo de la oposición orgánica. Viene de perder la Gobernación del estado Lara, terruño que por 17 años “fue suyo” electoralmente. Debe enfrentarse a un candidato gubernamental extremadamente débil en apoyo popular, pero todo un leviatán en recursos públicos y manejo de la (des)institucionalidad del país. Otro gran problema es la abstención, el opositor repudia un “proceso electoral” convocado y regido por instituciones medularmente rojas rojitas.
Los aspectos positivos de Falcón son dos: El elefantiásico repudio a Maduro, al fracasado proyecto que representa, el Gobierno posee el 75 % del REP en su contra, sin embargo, Falcón debe superar los pesados fantasmas de su pasado chavista que hoy espantan a muchos, también debe superar la fundamentada abstención entre los electores opositores. En segundo lugar, el verdadero punto fuerte de Falcón ¡y su apuesta! es que, por su naturaleza política, ante el acelerado colapso del país en manos del Gobierno e inminente caída, él es probablemente el único que pueda conciliar un acuerdo con actores del chavismo moribundo, en aras de viabilizar una transición.