Maduro y el pavor al revocatorio

Maduro se encuentra contra la pared, contra las cuerdas y recibiendo una paliza de la opinión pública venezolana. Está atrapado y sin salida

Al régimen de Nicolás Maduro pareciera que le hubiera salido el demonio con la solicitud de referendo revocatorio, formulada por la oposición democrática, pero que el organismo habilitado por la Constitución de la República para facilitar las consultas para que el pueblo, el soberano, se exprese no quiere llevar adelante y coloca en el camino de este derecho constitucional todo tipo de obstáculos que si algo hacen es dejar muy mal paradas a las llamadas rectoras del CNE que obedecen ciegamente las instrucciones que les llegan desde Miraflores para no activar ese procedimiento o mecanismo electoral.

El presidente Maduro cada vez que oye o ve la palabra "revocatorio" le entra un sudor frío, le dan espasmos que no puede controlar, porque está consciente que el pueblo venezolano se desbordará en las calles de toda Venezuela a votar masivamente por su salida del Gobierno, en unos porcentajes que este humilde cronista estima en unos 14 millones de votos, si tomamos en cuenta que más del 90 por ciento de la nación lo responsabiliza de la catástrofe, del desastre que vivimos.

Maduro quiere justificar el grave problema de la escasez de los alimentos y su alto costo, atendiendo una sugerencia de unos asesores, manifestando que se trata de una guerra económica, y pareciera que le metieron un chip en la jetota de los personeros del régimen y dirigentes del partido de Gobierno, tan devaluado en estos momentos como el bolívar, para que repitan lo mismo.

Pero la excusa no es buena para el otro gran problema, como es el de la escasez de medicamentos que es más puntal aún que la falta de alimentos, y por cuya ausencia están muriendo niños con cáncer, como la lamentable muerte del niñito de ocho años, Oliver Sánchez, cuya foto, con un cartel en el pecho donde pedía ayuda y unos policías fuertemente armados, conteniendo la justificada manifestación de los padres exigiéndole al Gobierno ayuda, recorrió el mundo entero, y se dice que podría ser considerada esa gráfica para un Premio Pulitzer.

Maduro se encuentra contra la pared, contra las cuerdas y recibiendo una paliza de la opinión pública venezolana. Está atrapado y sin salida. Nada puede justificar todo cuanto sucede en Venezuela, sobre todo ante la cruda verdad de que somos un país que nada sobre 700 mil millones de barriles de petróleo en reservas probadas y que en los últimos 10 años recibió en ingresos por la venta del crudo, más de 999 mil millones de dólares, una colosal fortuna que llevada a bolívares nuestra mente no puede sacar la cuenta del monto que significa.

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