Maduro y los fusiles para estudiantes

Con motivo de haberse celebrado el pasado 21 de noviembre el Día del Estudiante Universitario, Nicolás Maduro recibió en Miraflores a un grupo de estudiantes a quienes no tuvo mejor cosa que expresarles, que preparar milicias universitarias a fin de afrontar cualquier intento de invasión

A mí me van a perdonar los oficialistas si se sienten ofendidos, pero las excentricidades de Nicolás Maduro, en medio de la catástrofe que vive el país, no son de una persona que esté realmente en sus “cabales”, como decían mis viejos para aludir a las personas que presentaban serios problemas de sindéresis. “A ese le falta una tuerca”, sentenciaban.

Con motivo de haberse celebrado el pasado 21 de noviembre el Día del Estudiante Universitario, Nicolás Maduro recibió en Miraflores a un grupo de estudiantes a quienes no tuvo mejor cosa que expresarles, que preparar milicias universitarias a fin de afrontar cualquier intento de invasión. "Estudio y fusil, para que la juventud universitaria defienda con las armas en la mano la patria si es necesario", expresó el comunista.

Este cronista se imagina que Colacho pondrá en primera línea de fuego, cuando eso ocurra, -cosa que solamente está en su siniestra mente-, a su hijo Nicolasito “Colachito”, quien estará acompañado de los hijos del general Padrino López, de Jorge Rodríguez y demás enchufados revolucionarios que siguen estudios en distintos países del exterior, a quienes traerán a Venezuela para cumplir la orden presidencial de servir de carne de cañón en una presunta guerra de ocupación por parte del imperio gringo.

Pero la estridente y destemplada orden no quedó allí porque Maduro, no conforme con la plasta que había puesto, ofreció a los estudiantes colombianos la nada despreciable cantidad de 20 mil becas, ante lo que calificó como el colapso de la educación en Colombia. Eso lo llaman en Psicología el mecanismo de defensa de la proyección.

Maduro pretende que los hijos nuestros, no los de ellos, salgan a regar su sangre para defender una revolución que ha destruido a Venezuela con toda una cadena de males que han llevado a millones de venezolanos, -sobre todo jóvenes profesionales-, a salir a otras latitudes en búsqueda de mejores condiciones de vida y un futuro seguro, que su patria les niega.

Le pregunto a Maduro por qué no utiliza la realamentazón que cuestan esos fusiles y las 20 mil becas, para poner al día la destrozada infraestructura educativa de todo el país y garantizar que el hecho educativo se cumpla como Dios manda.

Insisto en que esas propuestas, totalmente indecorosas, no pueden venir de una mente que se encuentre en buenas condiciones, mucho menos cuando se trata del Presidente de todos los venezolanos. Sería prudente la realización de un examen médico a Maduro que certifique su salud mental.

 

 

 

 

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