Maduro y Mussolini

Maduro anunció la dotación de 500 mil fusiles más a sus paramilitares colectivos y milicianos creyendo que iba a meter miedo. El resultado se le estrelló en la cara con millones de venezolanos en las calles de Caracas diciéndole que “no lo queremos”

La versión tropical mejor acabada del dictador fascista italiano, Benito Mussolini, es Nicolás Maduro. También lo fue su padre putativo, Hugo Chávez Frías.

Las acciones de guerra de  las fuerzas militares y las brigadas paramilitares creadas por Hugo Chávez y reforzadas por Maduro, bajo el nombre de colectivos y milicias, durante las protestas legítimas de la oposición venezolana contra la violación de la Constitución y contra la Asamblea Nacional de Venezuela, dejan bien claras la naturaleza totalitaria y dictatorial de este régimen.

Pero Chávez está muerto y ya no  es más que un mal recuerdo en la memoria de los venezolanos como el iniciador de este desastre nacional.

Analicemos la conducta de Nicolás Maduro electo por los venezolanos democráticamente, pero quien perdió su legitimidad por sus prácticas despóticas al desconocer la voluntad del pueblo venezolano que eligió una AN mayoritariamente de oposición en la búsqueda de salidas democráticas al grave problema económico, social y político del país..

Para burlar al pueblo se aprovechó del dominio absoluto que tiene sobre el resto de los poderes los cuales utiliza como punta de lanza contra la AN, como es el caso del TSJ con sus sentencias ilegales, pretendiendo asumir sus funciones y eliminar la inmunidad parlamentaria.

Ya se cuentan ocho los muertos a manos de las fuerzas militares y paramilitares chavomaduristas, pero también hay una anciana que murió a consecuencia de las bombas lacrimógenas lanzadas de manera indiscriminada contra manifestantes pacíficos y zonas residenciales donde se registran acciones de protesta.

Maduro y su represivo régimen tiene  sus fuerzas de choque en los camisas rojas al mismo estilo de los”camicienere” de Mussolini, pertenecientes al “squadre d’ azione” (escuadrón de acción) para incorporarlo al partido fascista italiano, cuya versión criolla es el Partido Socialista Unido de Venezuela, utilizando la violencia y el asesinato como métodos para eliminar a los opositores. Cualquier parecido con la realidad venezolana es pura coincidencia.

A un día apenas de la “mamá” de las marchas, el 19 de abril, Maduro anunció la dotación de 500 mil fusiles más a sus paramilitares colectivos y milicianos creyendo que iba a meter miedo. El resultado se le estrelló en la cara con millones de venezolanos en las calles de Caracas diciéndole que “no lo queremos”, al igual que lo hicieron con Emparan el 19 de abril de 1810, pero él no es capaz de decir que “tampoco quiere mando” si no lo quieren.

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