«Mami son dos hombres, corre”

Jenimar Amaloa Álvarez Jeffrey (21) le gritó a su madre que dos desconocidos deambulaban en el patio de su casa. Al verse descubiertos los delincuentes las mataron. La familia presume que los maleantes querían entrar a la vivienda vecina, su dueña estaba de viaje desde hacía días

A Jénifer Edith Jeffrey (41) y a su única hija, Jenimar Amaloa Álvarez Jeffrey (21) las asesinaron, el pasado sábado en la noche, en el patio de su vivienda, en el callejón Jerusalén del sector Colinas del Danto, en el municipio Lagunillas. La Policía científica maneja como principal móvil un intento de robo.

Las mujeres terminaban de servir la cena cuando escucharon ruidos extraños fuera de la casa y el perro de una vecina que dejó la vivienda sola, no cesaba de ladrar. Dejaron a la visita que tenían en el comedor en compañía de los dos pequeños hijos de Jenimar y salieron al patio. Quienes estaban dentro de la casa, solo alcanzaron a escuchar: “Mami son dos hombres, son dos hombres, corre”, y seguidamente hubo detonaciones, relataron los familiares de las víctimas.

Jenimar presentó cuatro heridas de bala por la espalda y su madre solo tenía dos. Se presumen que los asaltantes les dispararon cuando corrieron hacia su casa. Los homicidas huyeron. Para proteger a los niños, los amigos de los ama de casa se escondieron dentro de una habitación.

Los vecinos escucharon los disparos y se percataron que dos desconocidos huían en una moto a toda velocidad por la calle principal, creen que eran los asesinos. Caminaron hasta la vivienda y encontraron agonizando a madre e hija. Llamaron a funcionarios del Cuerpo de Bomberos, donde laboraba el esposo y progenitor de las víctimas.

Eva Jeffrey, tía de Jénifer, estaba consternada por lo ocurrido, contó que su sobrina vivía desde hace ocho años en El Danto y a pesar de la delincuencia nunca habían sido víctimas de algún hecho delictivo. En su desconsuelo suplicaba a Dios que hiciera justicia y cesara la delincuencia.

Quienes llegaban a la morgue del Hospital de Cabimas repetían que ambas mujeres eran muy queridas y muy unidas, eran buenas amigas, vecinas y muy familiares. Creen que quienes las asesinaron pretendían robar en la vivienda de su vecina, su dueña viajó y la casa tenía días sola.

Pidió a los organismos de seguridad patrullar más seguido, denunció que la zona es muy peligrosa y todos los que habitan ahí, viven con miedo. Hoy a Jénifer y Jenimar sus familiares y amigos las sepultarán juntas en el Cementerio Santa Lucía de Ciudad Ojeda. 

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