Manolo: 40 años después

La tragedia que vivimos produce la molestia y manifestación de los ciudadanos. Quizá no tenemos idea de la dimensión que ha adquirido el caso Venezuela alrededor del mundo. No estamos solos. Debemos escoger el liderazgo que interprete los anhelos y esperanzas de los venezolanos

Manuel Guanipa Matos dedicó su corta vida a la política. Fue un político de principios y de acción. Muy joven la asumió como servicio al hombre, al bien común. En su Encíclica Dios es Amor, Benedicto XVI afirma que “…la justicia es el objeto y, por tanto, también la medida intrínseca de toda política. La política es más que una simple técnica para determinar los ordenamientos públicos: su origen y su meta están precisamente en la justicia, y ésta es de naturaleza ética.” 

Así vio la política Manolo. Así debemos verla todos, cuando Venezuela se encuentra secuestrada por unos irresponsables que se creen con derecho a someter desde el Estado a la sociedad. Bajo esa premisa, es necesario reorganizar y relanzar la Unidad. La unidad grande, con claridad de miras, que ya no puede ser únicamente electoral, menos cuando nos toca rescatar el voto. 

Debemos escoger el liderazgo que interprete los anhelos y esperanzas de los venezolanos, legitimado por la mayoría de nuestros compatriotas. La presión política se impulsa en la lucha de la AN, en la profundización de la protesta política popular y en el esfuerzo del Frente Amplio Venezuela Libre, expresión de toda la sociedad venezolana consciente de la sed de libertad. 

La presión social es algo que está allí, que late a diario. En Venezuela se producen centenares de protestas cada día. La tragedia que vivimos produce la molestia y manifestación de los ciudadanos. Pero esa presión será radicalmente más efectiva cuando la articulemos, la politicemos y la comuniquemos. El hecho de que se cuenten por centenares los oficiales de la Fuerza Armada que han sido apresados o perseguidos, demuestra que hay una reserva moral en ese estamento militar que lucha por el rescate de la constitucionalidad y la institucionalidad.

En cuanto a la presión internacional mucho hemos logrado. Quizá no tenemos idea de la dimensión que ha adquirido el caso Venezuela alrededor del mundo. No estamos solos. Lograr que confluyan todos los mecanismos de presión descritos, puede hacer que este régimen implosione y logremos la salida del dictador y la reconstrucción de nuestra patria.

Manuel Guanipa Matos, junto a los padres de la democracia y a las generaciones siguientes, luchó por instaurar y realizar la democracia. Es necesario que sepamos que honrar el compromiso de devolverles el favor luchando en esta adversidad. Venezuela va a librarse de esta tragedia y en unidad vamos a trabajar día y noche en la reconstrucción de nuestra querida nación. 

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