Manuel Antonio Rosales Guerrero es un político veterano con una amplia experiencia en la administración pública y la oposición venezolana. Su amor y compromiso por el Zulia lo ha llevado a ejercer en dos ocasiones como alcalde de Maracaibo y tres como gobernador del estado. Pese a su ya vasta trayectoria, apuesta por un cuarto mandato en la Gobernación.
Nacido en Santa Bárbara del Zulia el 12 de diciembre de 1952, estudió Derecho y Administración en la Universidad de Los Andes (ULA). También tiene el título de Doctor Honoris Causa en Educación, mención Responsabilidad Social, que le confirió la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica).
Es hijo de Manuel de Jesús Rosales García y María Deomira Guerrero de Rosales. De religión católica, se casó hace muchos años con Eveling Trejo, quien ejerció como alcaldesa de Maracaibo (2010-2017), y juntos tienen 10 hijos.
Su carrera política inició en el partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), en el que permaneció durante 30 años y ocupó cargos como secretario de Organización del Comité Local Leonardo Ruiz Pineda, secretario general de la Juventud de AD en Colón, secretario general de AD en ese mismo municipio y miembro de la Dirección Juvenil de AD en el Zulia, entre otros.
Se desempeñó como auditor interno del Concejo Municipal de Colón durante el período 1973-1974. Luego, fue elegido concejal principal en Colón, para el período 1979-1982. Más tarde, asumió el cargo de diputado principal en la Asamblea Legislativa del estado Zulia, en el que ejerció funciones entre 1983 y 1994.
Carrera en ascenso
Desde 1998, Rosales ya había mostrado interés en la Gobernación del Zulia. En las elecciones regionales de ese año, se postuló bajo el respaldo de AD, pero perdió con el 44,50 % de los votos frente al 54,49 % de Francisco Arias Cárdenas, quien representaba a La Causa Radical.
A pesar de esta derrota, su carrera política siguió en ascenso. En 1999, tras varias diferencias con la dirigencia regional de AD, decidió fundar su propio partido: Un Nuevo Tiempo (UNT), que en la actualidad preside.
Aunque al principio la tolda azul tenía un enfoque regional, se expandió al punto de convertirse en una de las principales organizaciones políticas opositoras del país.
Sus primeras gestiones
Antes de su candidatura a la Gobernación, Manuel Rosales fue alcalde de Maracaibo, la segunda ciudad más importante de Venezuela, entre 1996 y el 2000.
Durante su gestión, trabajó en la modernización del sistema de transporte, la expansión de proyectos educativos y de salud, y el fortalecimiento de los servicios públicos.
En el 2000 se postuló de nuevo a la Gobernación y, en esta ocasión, los votos jugaron a su favor.
Derrotó a Jorge Durán Centeno, del Movimiento V República (MVR) al obtener el 51,44 % de las actas escrutadas, frente al 26,77 % de su contrincante. Respaldado por partidos como Acción Democrática, ocupó este cargo hasta 2008, ya que en las elecciones de 2004 fue reelecto.
En la contienda electoral de ese año, contó con el respaldo de diversos partidos opositores, entre ellos AD, Copei, Primero Justicia (PJ) y Alianza Bravo Pueblo. En esos comicios, obtuvo 54,02 % de los votos frente al general Alberto Gutiérrez, candidato del Movimiento V República, con un margen de casi medio millón de votos.
Durante su gestión como gobernador, impulsó programas de desarrollo social y económico, con énfasis en la mejora de infraestructura, el fortalecimiento de servicios públicos y el crecimiento del sector productivo.
Uno de sus programas más destacados fue “Mi Negra”, una iniciativa de subsidios directos para apoyar a las familias más vulnerables.
Esta gestión fue clave para consolidar su liderazgo político en el estado y reforzar su papel como uno de los principales líderes de la oposición en Venezuela.
Contienda contra Chávez
En 2002, Manuel Rosales firmó un decreto que nombraba a Pedro Carmona Estanga como presidente de la República tras el breve derrocamiento de Hugo Chávez.
En esa ocasión, afirmó que fue “un momento de confusión”, y que lo hizo con la “mejor de las intenciones” por el bienestar del país. Sin embargo, este hecho marcó un precedente.
En 2006, la oposición mayoritaria decidió no realizar elecciones primarias para elegir a un candidato, y los distintos partidos políticos llegaron a un consenso para respaldar a Rosales, que en ese entonces era gobernador del Zulia.
El ahora candidato unitario opositor pasó a representar unas 43 organizaciones políticas, entre las que destacaba UNT, Copei, PJ, Movimiento al Socialismo (MAS) y La Causa R.
Su contrincante, Hugo Chávez, buscaba la reelección con una amplia ventaja en las encuestas y respaldado por una gran coalición de partidos políticos agrupados principalmente en el Gran Polo Patriótico (GPP).
En esta contienda, ejecutada el 3 de diciembre de 2006, resultó electo el líder oficialista con 62,84 % de los votos, mientras que Rosales, quien reconoció su derrota, alcanzó 36,90 %.
Otro período en la Alcaldía de Maracaibo
El entonces excandidato presidencial lanzó de nuevo su postulación a la Alcaldía de Maracaibo en diciembre de 2008, tras gobernar al Zulia durante ocho años.
En esa oportunidad, se enfrentó a Gian Carlo Di Martino, quien buscaba la reelección como alcalde y representaba al oficialismo. Rosales logró la victoria con un amplio margen. Obtuvo alrededor de 58 % de los votos, mientras que Di Martino alcanzó cerca del 40 %.
Sin embargo, su estadía fue breve, ya que en abril de 2009 tuvo que abandonar el cargo debido a que Chávez lo acusó de enriquecimiento ilícito, lo que lo llevó a exiliarse en Perú.
En esa gestión, Rosales se enfocó en la continuidad de proyectos urbanos y el fortalecimiento de los servicios públicos. Su administración buscó mejorar la infraestructura de la ciudad, modernizar el sistema de transporte y ampliar los programas sociales que ya había impulsado como gobernador.
Exilio y regreso
El exilio de Manuel Rosales inició en abril de 2009, cuando el Ministerio Público (MP) lo acusó formalmente de enriquecimiento ilícito. Ante las amenazas por parte de Chávez de ser encarcelado, huyó a Lima, Perú, donde solicitó asilo político y le fue concedido. Allí permaneció por seis años.
Durante su ausencia, la finca “La Milagrosa”, propiedad de Manuel Rosales y ubicada al sur del Lago de Maracaibo, fue expropiada. Sobre este hecho, Elías Jaua, el entonces ministro de Agricultura y Tierras, afirmó: “Nadie por más líder de la oposición o del Gobierno que sea podrá escudarse en su posición de líder político para infringir las leyes de la República”.
La investigación contra Rosales generó opiniones divididas. Algunos sectores señalaron que el proceso tenía motivaciones políticas, mientras que otros consideraban que existían fundamentos suficientes para acusarlo de corrupción.
En 2012, el exmagistrado Eladio Aponte Aponte reveló que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) recibió órdenes de Hugo Chávez para impulsar una investigación contra Rosales, sin pruebas suficientes, con el objetivo de encarcelarlo.
El Tribunal 19° de Control de Caracas emitió la medida privativa de libertad contra Rosales en abril de 2009.
Durante su exilio, continuó con su participación en la política venezolana desde el extranjero. Mantuvo contacto con su partido, UNT, y con otros líderes opositores. Sin embargo, su ausencia debilitó su influencia en la política nacional.
Después de abandonar Venezuela en 2009 debido a su confrontación con Hugo Chávez, Manuel Rosales regresó al país el 15 de octubre de 2015, procedente de Aruba, tras el fallecimiento del expresidente en 2013.
Al aterrizar en el Aeropuerto Internacional La Chinita, en Maracaibo, fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y trasladado a Caracas para enfrentar los cargos en su contra.
Estuvo recluido en El Helicoide, pero después de un año, en octubre de 2016 se le concedió una medida de arresto domiciliario, lo que le permitió cumplir su detención en su residencia en Maracaibo.
Se presume que la decisión de su retorno se debió a una posible negociación entre el Gobierno nacional y UNT.
Retomó su actividad política
Su exilio no fue impedimento para que, luego de regresar, Rosales continuara su ya vasta carrera política.
En 2017, se postuló nuevamente a la Gobernación del Zulia. Sin embargo, su candidatura fue obstaculizada por una inhabilitación política impuesta por la Contraloría General de la República en 2014.
A pesar de esto, en octubre de 2017, el TSJ suspendió la inhabilitación, lo que le dio luz verde para participar en las elecciones regionales.
Rosales se presentó como candidato opositor, pero fue derrotado al obtener 41,7 % de los votos frente al 57,48 % de Omar Prieto, representante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
Elecciones de 2021
El dirigente opositor anunció el 2 de septiembre de 2021 su candidatura a la Gobernación del Zulia para las elecciones regionales de ese año. Esta se contabilizaría como su quinta postulación para llegar al Palacio de Los Cóndores.
En esa oportunidad, contó con el respaldo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). El 21 de noviembre, día de los comicios, salió airoso de la contienda tras ganar con 56,90 % de los votos frente al 36,03 % del candidato chavista Omar Prieto.
Tras juramentarse en un acto que se realizó en la Basílica Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá el 10 de diciembre de 2021, en su discurso prometió “reconstruir al Zulia”, tarea que catalogó como “el mayor desafío de la historia”.
Al asumir el cargo, reactivó el programa “Mercados Populares”, diseñado para ofrecer alimentos a precios asequibles bajo la gestión del Gobierno regional.
También puso en marcha una iniciativa de clínicas móviles, destinadas a brindar atención médica en distintas zonas del estado. Ambos proyectos ya habían sido implementados durante su administración previa entre 2000 y 2008.
Durante esta gestión, que en la actualidad ejerce, impulsó proyectos de rehabilitación de carreteras, espacios urbanos y servicios básicos como electricidad y agua potable.
Recuperó hospitales y centros educativos, además de programas de formación para jóvenes. Promovió iniciativas para fortalecer el comercio y la producción agrícola para reactivar la economía regional. También ha sido promotor de negociaciones y diálogos políticos entre la oposición mayoritaria y el Gobierno nacional.
Controvertida candidatura presidencial en 2024
Durante una noche de alta tensión política, la oposición mayoritaria agotaba sus esfuerzos por inscribir ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) a Corina Yoris, su candidata a las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, elegida por María Corina Machado.
El plazo de inscripción finalizaba el 25 de marzo a la medianoche. Entonces, ante varios intentos fallidos y con el reloj en contra, alrededor de la 1.00 de la madrugada del 26, Rosales inscribió a última hora su candidatura presidencial con el apoyo de los partidos Fuerza Vecinal y UNT.
Su candidatura generó divisiones dentro de la oposición. Algunos sectores veían en él una alternativa que podría funcionar, mientras que otros consideraban que su postulación afectaba la estrategia que lideraba Machado, que fue electa en la elección primaria de octubre de 2023 para enfrentarse en las presidenciales contra Nicolás Maduro, pero no pudo hacerlo debido a una inhabilitación política.
Tras largas reuniones realizadas en abril con los principales partidos políticos que agrupa la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), declinó su candidatura para apoyar a Edmundo González Urrutia.
Postulación 2025 y actualidad
Para una sexta postulación a la Gobernación del Zulia, Manuel Rosales inscribió ante el CNE el pasado sábado 10 de mayo su candidatura a las elecciones regionales y parlamentarias del 25 de mayo para una segunda reelección en períodos no consecutivos al Gobierno regional.
En este tiempo, el presidente fundador de UNT ha apostado por la participación cívica en las elecciones, lo que ha generado controversia en sectores de la oposición mayoritaria que llaman a la abstención electoral tras la denuncia de fraude de la PUD en las presidenciales del pasado 28 de julio.
A juicio del político zuliano, el voto “es el único mecanismo” que tarde o temprano “provocará el cambio en Venezuela”. También ha señalado a sectores “radicales” de la oposición de intentar hacer “desaparecer” este derecho.
Durante este año, Rosales ha sido crítico de la abstención, y en reiteradas ocasiones ha abogado por un diálogo político y una negociación entre el Gobierno nacional y oposición.
Con una muy amplia trayectoria y presencia en elecciones nacionales, regionales y municipales, Manuel Rosales se posiciona como uno de los mayores líderes políticos de la región.
Es el dirigente que más ha participado en contiendas electorales y ha ganado en el Zulia. De resultar victorioso el próximo 25 de mayo, el “nuevotiempista” ejercería un cuarto mandato en la Gobernación.
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