Manuel
Su candidatura a la Gobernación del Zulia es garantía que de nuevo tendremos una gestión que llegará y se sentirá en todos los pueblos de la región. Sus conocimientos de las necesidades y aspiraciones de la gente, le servirán de soporte y fuerza para impulsar las soluciones que estamos esperando para superar la crisis que en el Zulia se vive con mayor intensidad, por ser víctimas como pueblo de la discriminación del Gobierno nacional, el cual solo nos garantiza una especulación y alto costo de la vida escandalosose indiferencia y complicidad para no combatirlos.
Manuel Rosales ya demostró que sabe gobernar, y ahora por acumular mayor experiencia y visión de lo que debe hacerse desde la Gobernación, en ningún caso podrá ser considerado un salto al vacío. Rosales es obra segura y confiable. Con su victoria se abre la oportunidad para que la nueva e inmaculada generación de liderazgo regional pueda acceder a responsabilidades de gobierno, y contribuyan al impulso de una buena gestión sobre la cual no se emitan por adelantado opiniones y enjuiciamientos previos, originados por experiencias anteriores y antecedentes recaídos en desempeños personales, y todo ello podremos apreciarlo con la escogencia y designación de funcionarios y colaboradores prístinamente probos e intachables.
Estamos ante un escenario esperado, desde el cual se podrá probar que la tragedia de lo que ha sido el Gobierno chavista-madurista es una pesadilla, de la cual podemos despertar para decirle al país, que los zulianos daremos los pasos y ejecutaremos acciones para que los venezolanos todos, entendamos que la fe y su deseo de vivir siempre en democracia no está perdida.
En esta disyuntiva, para vencer y luego triunfar, es oportuno recordar las palabras de Eleazar López Contreras, quien al asumir la Presidencia de la República, una vez fallecido el dictador Juan Vicente Gómez expresó: “Ha llegado la hora de nuevos hombres y nuevos procedimientos”; y tan cierto fue, que es a partir de allí cuando se dio inicio al nacimiento de la democracia venezolana y el arribo al poder del civilismo, truncado posteriormente por el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos. ¿Debemos entender que la hora de la llegada de la nueva democracia está ante nosotros? Esperemos.