Persiste
En municipio se mantienen en “calma” tras aguacero registrado la mañana de este viernes en la capital zuliana, según los primeros reportes aportados por la Dirección Protección Civil y Administración de Desastres del municipio Maracaibo.
Según José Muñoz, director de PC Maracaibo, los más de 100 cauces naturales que atraviesan la ciudad respondieron bien tras las fuertes precipitaciones, solo se presentó el desbordamiento de cauce de la cañada en el sector “Los Pescadores”, donde se reportaron 50 viviendas afectadas.
“También atendimos de manera inmediata 15 familias habitantes del sector El Muro de la parroquia Venancio Pulgar y 60 viviendas resultaron anegadas en el sector de Las Tuberías en Ildefonso Vásquez. Nos activamos desde muy temprano, pero gracias a Dios no hubo hechos que lamentar”, dijo.
El funcionario municipal explicó que el Plan de Limpieza y Saneamiento de Cañadas iniciado a principio de año, bajo las directrices de la alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, ha evitado el desbordamiento de las aguas en sectores de la ciudad considerados como vulnerables.
“La inestabilidad atmosférica reinante dentro del el territorio nacional obedece a que estamos en la temporada lluviosa, por lo cual se espera más lluvias para la ciudad. Mantenemos una alerta de pronóstico desfavorable para las próximas 24 horas”, manifestó.
José Muñoz recalcó que más de 300 hombres entre funcionarios y voluntarios de PC Maracaibo se mantienen en la calle y alerta ante las posibles emergencias que pudieran registrarse dentro de la capital zuliana productos de las lluvias.
El representante municipal exhortó a la comunidad a evitar bañarse en la lluvia, sobretodo sí ésta viene acompañada con tormentas eléctricas, sugirió resguardarse de los fuertes vientos, retirarse de tanques de almacenamientos de agua, así como acercarse a árboles, avisos, postes y cableado que puedan ser inestables.
Asimismo el Director de Protección Civil de Maracaibo hizo un llamado a las familias que residen en las cercanías de las cañadas para que se mantengan alerta ante la repentina crecida de los niveles de agua y, de ser necesario, evacuar la zona, cuando sientan que su integridad física o la de los suyos puedan correr peligro.