El cine nacional inició con la proyección de dos documentales del zuliano Manuel Trujillo Durán en el Teatro Baralt el 28 de enero de 1897. Junto con su hermano Guillermo, construyeron el Teatro Variedades, la primera sala de cine de Venezuela
El cine nació en París, el 28 de diciembre de 1895, cuando August y Louis Lumière proyectaron el cortometraje en blanco y negro La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir). Lo hicieron ante 33 personas en el Salon indien du Grand Café de la capital de Francia.
Al año siguiente llegó a Venezuela, cuando el empresario zuliano Luis Manuel Méndez trajo a su paisano y amigo Manuel Trujillo Durán un cinematógrafo desde Nueva York.
Se trataba de la innovadora máquina capaz de filmar y proyectar imágenes en movimiento. Habría sido patentada por los hermanos franceses en febrero de 1895.
“Trujillo Durán era un fotógrafo afamado, junto con su hermano Guillermo. Tenían un estudio de fotografía frente al Teatro Baralt”, cuenta el cineasta marabino Emiliano Faría al Diario La Verdad.
Prosigue el también productor, guionista y documentalista: “Él estaba pendiente de los adelantos tecnológicos, porque Maracaibo era una ciudad puerto con relaciones con el mundo”.
“Hubo un anuncio de la presentación del cinematógrafo Lumière en Nueva York como un gran invento de la época. Trujillo Durán le pidió a Méndez que le comprara un aparato de estos. La chapa tenía como número de fábrica el 32”, añade.
Con ese aparato, el fotógrafo y empresario artístico nacido en Maracaibo en 1871 “comenzó a hacer pruebas en su estudio, filmaba y proyectaba a la vez. Salió por toda la ciudad a filmar”.
Y la noche del jueves 28 de enero de 1897 proyectó en el Teatro Baralt las dos primeras películas venezolanas: Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo.
Fue todo un “¡acontecimiento teatral!” como proclamaban los carteles de anuncio del novedoso espectáculo que iluminó esa noche marabina.
La realización y proyección de los dos cortometrajes de tipo documental, mudos y en blanco y negro, marcaron el inicio del cine en el país. A sus 26 años, Trujillo Durán se convertía en el pionero del cine nacional.
Por eso, desde los años 70, se celebra el 28 de enero el Día Nacional del Cine. “Fue la primera vez que un venezolano filmó, reveló y proyectó una película en un teatro, cobrando taquilla, en el país”, indica Faría.
Sobre un dentista y niños en el Lago
La primera cinta presentaba a un dentista que le saca los dientes a un hombre en el antiguo Hotel Europa.
“Era un dentista itinerante que ofrecía su servicio en los hoteles de las ciudades por donde pasaba. Uno de los artistas de la compañía de espectáculos que tenía Trujillo Durán tenía un dolor de muelas y él lo llevó al dentista en el Hotel Europa”, relata Faría.
El hotel quedaba donde está ubicada la subsede del Banco Central de Venezuela, frente a la Plaza Bolívar.
El segundo cortometraje era sobre un grupo de niños disfrutando mientras se bañaban en el Lago de Maracaibo con vistas a otros lugares de la ciudad. “Se filmó en la playa del Palacio Roncayolo”, refiere Faría.
Era una mansión de la familia Roncayolo localizada donde ahora queda el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), en Los Haticos, al lado de la iglesia La Milagrosa.
“El descorrer de la cinta adolecía de alguna irregularidad y que la luz que daba sobre el bastidor no parecía bien dispuesta: así se borraban o confundían lastimosamente las figuras (aunque) los cuadros del cinematógrafo parecieron buenos, muy particularmente el de los muchachos bañándose en el Lago, que fue ruidosamente aplaudido”, reseñó entonces El Cronista sobre ambas cintas.
Sin copias
Esa noche, los zulianos disfrutaron también del documental francés Champs-Élysées (Los Campos Elíseos) y la película L’arrivée d’un train à La Ciotat (El arribo de un tren).
Ambas obras realizadas por los Lumière eran también sin audio y el color “venían en el kit del aparato que los hermanos habían filmado. La del ferrocarril, en la que pusieron la cámara debajo de los rieles y se ve que el tren viene hacia el público, hizo que la gente se asustara”.
“Esas películas de Trujillo Durán se perdieron, no hay copias, solo las referencias”, asegura Faría.
Para la celebración de los 120 años del inicio del cine venezolano, la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas (Avep) estrenó en 2017 un micro informativo producido a partir de tomas del Archivo Fotográfico del Zulia de los años 90 del siglo XIX.
Las imágenes se colorizaron y animaron en el Zulia, con la producción y dirección de Emiliano Faría.
El primer cine
Emiliano Faría narra también que Manuel Trujillo Durán, junto con su hermano Guillermo, se convirtieron en los creadores de la primera sala de cine del país.
“A los marabinos les llamó muchísimo la atención el invento. Había mucha demanda porque era muy novedoso ver una imagen en movimiento, se veían Nueva York y París. Y él presentaba películas todos los fines de semana. Tenía solo un par de días para hacerlo, porque en el Teatro Baralt se presentaban también zarzuelas y cantantes”, cuenta Faría.
Ante la alta demanda de taquilla que tenía el cine, los hermanos construyeron entonces, en fecha próxima a 1897, el Teatro Variedades, en la calle Carabobo, aledaño a la casa de Udón Pérez.
“Fue la primera edificación que se hizo en el país para proyectar películas, con una cabina de proyección, una pantalla, una platea y un balcón. Pasaban películas todos los días, les fue muy bien. Fue el primer cine”, resalta el cineasta, productor, guionista y documentalista.
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