Centenares de personas se congregaron hoy con carteles, chapas y muñecos a semejanza del presidente Donald Trump en el céntrico Bryant Park de Nueva York, desde donde partió una ruidosa marcha hacia la Torre Trump para exigirle que publique sus declaraciones de impuestos
Varias personas se reunieron el día de hoy en el centro de Bryant Park en Nueva York donde se dirigieron a la Torre Trump para protestar la falta de declaración de impuestos por parte del Presidente de EEUU, Donald J. Trump.
La protesta, que comenzó al mediodía en un escenario con varios discursos, formaba parte del movimiento “Marcha de los impuestos” que se repite este sábado en varias ciudades de todo el país, coincidiendo con el día en que tradicionalmente termina el plazo de declarar impuestos en EE.UU.
Junto a una gallina hinchable que lucía el peinado de Trump, una serie de personajes públicos y activistas, desde una comediante hasta un congresista, pasando por el creador de la serie House of Cards, lanzaron una misma pregunta: “¿Qué está ocultando?”.
La Sexta Avenida, que conduce al parque, lucía inusualmente vacía de tráfico debido a las medidas de seguridad, pero tanto manifestantes como turistas poblaban las aceras y ocupaban las sillas de esta zona verde de la ciudad.
La mayoría de asistentes al evento y a la posterior marcha portaban carteles simples en los que demandaban al presidente mostrar su historial fiscal, pero otros hicieron gala de su ingenio con juegos de palabras y dibujos.
Ataviados con sombreros que fusionaban el “pussyhat” rosa de la Marcha de las Mujeres con un formulario de impuestos, algunos dejaban leer “¿Qué hay en tu cartera?”, “La riqueza no es una cualificación” o “Saca a tu familia de la Casa Blanca”.
“Es muy importante que protestemos”, comentó a Efe Lisa Wildic, una profesora de instituto público. “Nuestro presente muestra que el presidente Trump no es aceptable para muchos americanos, y conecta con otras cosas que están ocurriendo el sistema judicial”, añadió.
“Siento que oculta algo”, dijo otra manifestante, la psicoterapeuta Rebecca Windmiller, quien aseguró seguir con atención la investigación sobre los lazos con Rusia.
