Marea de flores para la patrona de la Hispanidad

Llega el 12 de octubre y cientos de miles de personas en Zaragoza, España, participan en una multitudinaria ofrenda floral a la Virgen del Pilar

Según cuenta la tradición, hace 1975 años la Virgen María se le apareció en Zaragoza al Apóstol Santiago, junto a un pilar a orillas del río Ebro. Al parecer, el apóstol estaba por estas tierras predicando el Evangelio sin mucho éxito. La Virgen llegó para darle fuerza y le pidió que levantara un templo. Y dicho y hecho.

Desde entonces han corrido ríos de tinta y, en pleno siglo XXI, sea cuestión de fe o simplemente por tradición, lo cierto es que Zaragoza se ha convertido en una de las capitales del mundo que más agasaja y honra a su Virgen. En cuanto a aquel templo inicial, se ha transformado en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, uno de los monumentos más emblemáticos de España y una joya del Barroco.

Cada 12 de octubre, Zaragoza se convierte en una de las ciudades más concurridas de España. Provenientes de todos los rincones del mundo, ataviados con los trajes típicos de cada zona, zaragozanos y forasteros abarrotan el centro de la ciudad para participar en un interminable desfile que comienza a las 7.30 de la mañana y no termina hasta el anochecer. Son alrededor de 12 horas ininterrumpidas de personas caminando y bailando con flores.

Al son de la música y vestidos con trajes típicos de sus respectivas zonas de procedencia, los asistentes salen organizados por grupos desde distintos puntos de la ciudad, para llegar a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. 

Allí, en la plaza, en lo alto de una estructura metálica de dieciséis metros de altura, bien amarrada por si acaso se levanta el cierzo, se erige la Virgen. A sus pies, los fieles van depositando flores, que se van entretejiendo hasta conformar una gran montaña, que simula ser el manto de la Virgen. Para hacerse una idea del evento, solo el dispositivo humano habilitado para que todo salga conforme a lo previsto está integrado por un millar de personas.

La primera edición de estas ofrendas a la Virgen fue en 1958 y su mentor un concejal de Zaragoza, llamado Manuel Rodeles Giménez. El 12 de octubre de aquel año, se puso en marcha la ofrenda para llevar a la Virgen los claveles que se habían traído desde tierras de Tortosa. Fueron unas dos mil personas las que participaron. 

Con el paso del tiempo, esta ofrenda se ha convertido en el acto más universal de la celebración del día del Pilar, que es festivo desde 1613 por acuerdo del concejo de la ciudad.

La próxima edición

Este año, la Ofrenda de Flores cuenta con Nicaragua como país invitado. En total hay 620 grupos inscritos, 89 más que en 2014, lo que supone un nuevo récord absoluto de grupos participantes. Este año además es jubilar con motivo del cumplimiento del 1975 aniversario de la llegada de la Virgen a Zaragoza.

La mayoría de los oferentes son miembros de asociaciones culturales, amigos, vecinos de diferentes localidades y grupos folclóricos. Además hay representantes de instituciones, ONG’s, colegios, cofradías, enfermos, peñas, musicales, asociaciones deportivas, recreadores históricos, hermandades, laborales, entre otros. En la ofrenda, todo el mundo está representado.

La nueva edición 

Este año, están presentes además de todas las comunidades de España, un total de 18 países: Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, México, Perú, Bolivia, Japón, China, Ecuador, Rumania, Guinea Ecuatorial, Chile, Colombia, Argentina, Honduras, Venezuela, Bulgaria y Paraguay.

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