Hace
Con orgullo y satisfacción, puedes ver un legado traducido en infraestructura útil para nuestra comunidad universitaria, pero también a seres humanos que aprendieron desde lo elemental de un caluroso trato, hasta las complejidades de una ciencia exacta como la física.
En tu camino tienes a profesionales y no profesionales que hemos aprendido de ti –me incluyo-, autoridades, decanos, docentes, investigadores, ex alumnos, empleados y obreros, valiosos no solo para la Universidad, sino para Venezuela.
Por ello, escribí estas líneas luego de analizar la importancia de tu transitar por nuestra Universidad, porque eres pionera y ejemplo a seguir; abriste el camino para mujeres con ansias de dejar una huella en nuestra querida alma máter ¿y cómo no hacerlo?
Tu dedicación te ha permitido escalar incansablemente en cada una de las funciones asumidas en LUZ: estudiante, profesora, siendo la primera mujer como Directora de Administración, Secretaria Docente y Decana de la Facultad de Ingeniería, así como actual Vicerrectora Administrativa, pero también tenemos presente el impacto de los encuentros académicos que has organizado y representando a la Universidad, dentro y fuera del país.
Literalmente has dedicado tu vida a la academia, por lo cual obtienes ese merecido Doctorado Honoris Causa, que constituye el más alto reconocimiento conferido por la Universidad del Zulia.
Me atrevo a hablar en nombre de todos los que atestiguamos tu labor y esa merecida distinción: quienes estuvimos en el Consejo Universitario el 22 de junio, nos sentimos muy emocionados y agradecidos de compartir lo que sabemos fue un momento único en tu vida, donde la institución que has ayudado a construir y defendido, no solo reconoce tu labor, sino que siempre te acompaña.
Honor a quien honor merece, por tu fe, coraje, amor, dedicación, excelencia académica, espíritu universitario y ejemplo como venezolana, útil para todos los que hacemos vida universitaria y para el entorno social de nuestra amada Venezuela.