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El destacado catedrático Philip Kotler, se ha convertido en referencia obligada para los profesionales del mercadeo, quienes lo bautizaron con el pseudónimo de “el padre del marketing moderno” gracias a su vanagloriada experiencia.
Cuenta con numerosas publicaciones en el área marcando la directriz en las aplicaciones de las nuevas tendencias dentro del mercado. Recientemente dio vida a El Marketing 3.0 donde destaca la importancia que implica conocer ¿cómo piensa y qué desea el consumidor? exigiendo en las nuevas propuestas de productos-servicios resaltar los aspectos referenciales de las emociones y los valores en la sociedad, permitiendo al beneficiario la funcionalidad requerida para elevar de manera exponencial su nivel de conciencia tanto emocional como espiritual, apostando de ésta manera e indirectamente en la construcción de un mundo mejor.
El mentor afirma, que el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) ha llevado a realizar cambios sustanciales en el planteamiento actual donde impera el desarrollo tecnológico, pues las redes sociales han sido no solamente esenciales para conseguir un mayor alcance de masas, también ha permitido expresar libremente las opiniones, inquietudes y decisiones de usuarios sobre: instituciones, productos, servicios, manejo de recursos y comprobación de asertividad de propuestas realizadas, haciendo que la publicidad no tenga el efecto esperado, pues genera un nivel ínfimo de persuasión bajo engaño, sobre las personas.
La fracasada administración de Maduro, es una continuidad de la perversa comedia comenzada en la gestión anterior donde la mentira, mediocridad e incapacidad, han sido parte fundamental de cada uno de los supuestos líderes que pretenden seguir rindiendo culto a Chávez, con el fin, de darle continuidad al adocenado proyecto de implementación del castrocomunismo desfasado en América Latina. Lo que comienza mal termina mal, según expresa un viejo adagio. Nicolás viene arrastrando consigo la estrepitosa caída del chavismo luego de las elecciones robadas en 2013, teniendo el tope de burlarse de la tragedia vigente que enluta al país, provocando una profunda disidencia entre los pocos creyentes del corrompido sistema.
Comparto en esta oportunidad, algunas lecciones del experto estadounidense, donde permitirá al lector analizar y entender por qué el proceso revolucionario en Venezuela percibido como producto, nunca llegó a ser una marca. Por lo contrario, solo llegó a ser una horrenda mercancía de mala calidad con un poco de tendencia, teniendo como año de vencimiento, el 2016.
- El marketing es el reparto de experiencias.
- El arte del marketing es el arte de construir marcas. Si no eres una marca, serás siempre una mercancía.
- La clave para construir una marca es tener algo bueno y desarrollarlo de manera inteligente.
- Las marcas influyen en la demanda creando productos apropiados, atractivos y fácilmente accesibles para el público objetivo.
- Las marcas inteligentes no venden productos, venden paquetes de beneficios.
- Examinar el ciclo de vida del mercado es más importante que examinar el ciclo de vida del producto.
- Hay que vender el valor, no el precio del producto.
- El trabajo de las marcas es despertar a los consumidores. Si éstas se hacen demasiado previsibles, dejan de cumplir esta función.
- Las empresas pobres se desentienden de sus competidores, las empresas del montón copian a sus competidores, las empresas ganadoras marcan el camino a sus competidores
- El futuro no está por venir. Ya llegó.