La
La escuela de fotografía Julio Vengoechea es una de las instituciones culturales encargadas de educar el ojo fotográfico de jóvenes y grandes expertos de la región, con el fin de que muestren sus talentos en reconocidas galerías, exposiciones y hasta festivales regionales, nacionales e internacionales.
Fue fundada en 1991, por valiosos e importantes cultores tanto en lo académico, como en el campo de la producción y difusión fotográfica de la materia de la Academia de Bellas Artes Neptalí Rincón. La enseñanza y aprendizaje fotográfico, desde esta dependencia gubernamental, cumplió 25 años educando a marabinos en la captura de imágenes con propósito y rompiendo las barreras para el público que disfruta de este arte.
Arduo trabajo
Álvaro Silva, director de la casa de estudio y quien tiene 34 años impartiendo sus conocimientos en la institución, comenta que han sido años difíciles de trabajo, pero gracias al apoyo de empresas colaboradoras y a la sociedad de estudiantes, la escuela se ha mantenido.
“Siempre hemos dicho que la escuela ha dependido de sus participantes, tanto de profesores como alumnos. Ellos siempre han sido el motor evolutivo de esta institución. Desde el punto de vista académico, creo que hemos evolucionado en el oficio, en el acto y el hecho fotográfico en el país, adaptándonos a los recursos que se tienen. Y aunque nuestros alumnos no cuenten con un certificado aprobado por el Ministerio de Educación, solo reciben uno firmado y sellado por la Secretaría de Cultura de la ciudad, ya el oficio se ha pasado en reiteradas oportunidades y aún no hemos recibido ningún tipo de respuestas”.
Como parte de sus logros por medio de gestiones, ya la escuela cuenta con una casa como sede propia. “Nos sentimos con mayor fuerza y libertad para continuar proponiendo asuntos que teníamos planteados pero que en un espacio compartido con la escuela de arte Neptalí Rincón, no podíamos generar una serie de episodios que una escuela de arte como esta debe asumir en su estructura académica e institucional”.
La escuela Julio Vengoechea cuenta con una matrícula de 34 estudiantes, rigiéndose como la primera y única institución de enseñanza pública del hecho y acto fotográfico en Venezuela. Ha servido de ejemplo para la fundación de otras experiencias académicas y de producción fotográfica en el país como la Fundación ASA 400 en Aragua y el Grupo Fotográfico Diafragma en Maracay.
En pie firme
Los aportes más significativos para la casa de estudio ha sido proporcionar y ofertar posibilidades de superación personal, profesional y artística. A pesar de las dificultades para solventar sus necesidades económicas, educativas y expresivas, han conseguido en la institución, en el oficio y la creación fotográfica, una eficaz solución que les ha proporcionado a corto y mediano plazo, la integración activa al desarrollo social, económico y cultural del país.
El profesor acotó que no cuentan con secretaria ni personal obrero por la misma falta de presupuesto. “El mantenimiento de la casa lo realizamos nosotros mismos como profesores y estudiantes. Tenemos algunas cosas que solventar en cuanto a la infraestructura de la casa como: mantenimiento a los aires acondicionados, espacios con comején y el mantenimiento y equipos fotográficos. Ya hemos pasado algunas cartas y adicional hemos realizado actividades extraordinarias para recoger fondos y poder cubrir algunas de estas situaciones, pero seguimos solicitando la ayuda económica”.
Para formar parte
El horario de la escuela es de lunes a viernes en horarios comprendidos de 3.30 de la tarde a 7.30 de la noche. Los marabinos interesados en formar parte de la escuela, como medio de crecimiento en su formación académica, deben dirigirse hasta las instalaciones de la casa de estudio ubicada en la Calle Carabobo una cuadra antes de Caribe Concert.