Matan a albañil de un disparo en la cara

La Policu00eda cientu00edfica tomaba muestras y evidencias cerca del cuerpo. (Foto: Josu00e9 Nava)

Los parientes contaron que el joven era sano. Por ser albañil no siempre tenía un trabajo fijo en grandes o pequeñas construcciones

Los disparos alertaron a los vecinos del barrio El Museo, adyacente a la Circunvalación 3, al oeste de Maracaibo, parroquia Luis Hurtado Higuera. En el suelo estaba Romel Antonio Leal Barboza, un albañil de 16 años, sobre un charco de su propia sangre. Quienes llegaron primero no vieron a nadie, solo dijeron escuchar las detonaciones.

Leal yacía sobre la absorbente y caliente arena de la avenida 67C. Al caer víctima de los disparos lo hizo boca arriba. Vestía una bermuda negra y estaba descalzo cuando sus verdugos lo encontraron, ayer a las 9.30 de la mañana. El cuerpo quedó pegado al muro perimetral de un galpón. Los expertos de la Policía científica presumen que los asesinos bloquearon su paso y luego lo mataron.

Los ocupantes de ese establecimiento se asomaban desde adentro por el portón. Contaron que escucharon dos disparos de pistola. Las detonaciones lo sacaron de la cama más temprano de lo que esperaban hacerlo durante un día de fiesta. Ninguno quiso asomarse por seguridad, pero al escuchar las sirenas de las patrullas salieron. “Vimos que mataron a Romel. Ese chamo no se metía con nadie”. 

Lamentos 

Con la identidad de la víctima confirmada, la noticia corrió rápidamente de boca en boca hasta llegar a la casa de los Leal, quienes incrédulos corrieron a la escena del crimen para corroborar, pero no lo hicieron hasta que los detectives llegaron para hacer las experticias. Cuando uno de los expertos levantó la sábana que cubría al occiso, sus familiares empezaron a llorar. 

Ellos explicaron a los funcionarios que el baleado salió de su casa en la calle 105 del barrio Ramón Leal, adyacente a la escena del crimen. Benardina Barboza, abuela del ultimado, indicó a los oficiales que estaba en una venta de desayunos no muy alejada de donde lo mataron. “Lo estaba esperando cuando nos dijeron que lo mataron”. 

Los parientes contaron que el joven era sano. Por ser albañil no siempre tenía un trabajo fijo en grandes o pequeñas construcciones, pero hacía diligencias para los vecinos por el sector. Dejó a su novia embarazada con dos meses de gestación. La Policía científica maneja el caso como venganza, indagaron además en comercios cercanos en busca de cámaras de seguridad para dar con los verdugos del joven.

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