A las 3.00 am, Luis Zapata no aguantó la mirada de los desconocidos y los encaró. A los sicarios no les importó que el establecimiento funcionara a escasos metros de la sede del Sebin, sacaron sus armas y dispararon tres veces en la costillas derechas del cumpleañero
Desde la medianoche sospechaba que alguien lo seguía. Luis Fernando Zapata Santander, de 25 años, no hizo caso. Continuó con su grupo de amigos a una tasca en el sector San Miguel, parroquia Santa Bárbara, municipio Colón, para celebrar su cumpleaños.
A las 3.00 de la mañana, Zapata no aguantó la mirada de los desconocidos y los encaró. A los sicarios no les importó que el establecimiento funcionara a escasos metros de la sede del Sebin, sacaron sus armas y dispararon tres veces en la costillas derechas del cumpleañero. Se embarcaron en un carro y huyeron, informó la Policía.
Los acompañantes del joven escucharon las detonaciones, se escondieron en el local hasta que un curioso les informó que se trataba de Zapata. Recogieron al muchacho de la carretera, lo montaron en un carro y lo llevaron a la emergencia del Hospital General de Santa Bárbara. Los proyectiles le perforaron los órganos y tenía hemorragia interna le explicaron los médicos a los acompañantes mientras certificaban el deceso del cumpleañero.
La Policía interrogó a los amigos de la víctima. Todos defendieron la reputación del joven, juraron que desconocían si tenía enemigos o deudas. En el Sistema Integrado de Información Policial no presentó antecedentes. Los detectives indagan en el entorno del occiso. Hasta ahora el crimen como una venganza, sin descartar otras hipótesis.