Joel Augusto Pirela revisaba su vehículo en una cauchera del sector El Manantial, en el municipio Mara, cuando los asesinos le dispararon en el pecho
Los asesinos de Joel Augusto Pirela, de 23 años, se estacionaron a un lado de su motocicleta cuando este le reparaba un caucho. No hubo conversación, amenazas o pelea. Sacaron sus armas y dispararon, sin razón aparente, en contra del mototaxista.
El proyectil atravesó el pecho y salió por la espalda. Los desconocidos huyeron del sector El Manantial, en el municipio Mara, como llegaron. Ninguno de los clientes de la cauchera El Niño intentó socorrer al herido. Perplejos lo vieron agonizar hasta fallecer.
A la víctima no le robaron nada. Su motocicleta se encontraba a un lado del cadáver, en sus bolsillos tenía su documentación. Por lo que se presume que se trata de un ajuste de cuentas, detalló un oficial.
A la morgue forense se acercaron los parientes. Desconocían mayores detalles del crimen y de las posibles causas que lo originaron. Uno de ellos comentó que Pirela procreó tres hijos, era el mayor de tres hermanos, trabajaba como mototaxista de la línea de Santa Cruz desde hace tres meses y residía con su madre en el sector Vista al Lago. Jamás escucharon que tuviese enemigos o deudas.