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La puerta de la residencia quedó abierta. Un pariente llegó en la mañana, entró en la casa y encontró en una de las habitaciones los cadáveres de los primos Adriana Mabel Acosta Garcés (29), Daliel Acosta Ardila (18) y Elvis José Acosta Ardila (16) y su obrero, Francisco Toro (38), colombiano. A todos los amarraron, los balearon y los apuñalaron.
Los vecinos del sector El Valle, municipio Rosario de Perijá, escucharon ayer, a la 1.30 de la madrugada, unas ocho detonaciones, pero no se atrevieron a salir por temor.
Al amanecer, los Acosta llegaron al lugar, porque allí mismo funciona un local comercial, se consiguieron a Adriana y a Elvis Acosta (17) con heridas de bala en sus cuerpos. Muy cerca estaba degollado y apuñalado Daliel. Toro, mejor conocido como el “Cachaco”, quien había llegado de Colombia para comprar un ganado y al parecer sostenía una relación con la mujer.
La Policía informó que todos bebían cuando llegaron los desconocidos, los asesinaron y se llevaron el Ford Ka, plata, de Adriana. Hasta ahora se inclinan al móvil de la venganza, porque a excepción del vehículo, no faltaba nada en su residencia. Las puertas no fueron violentadas y aseguran que alguien conocido tuvo que abrir el local.
Ninguna de las víctimas tenía antecedentes. La casa era propiedad de Adriana, quien vivía ahí con sus dos hijos. A la niña, de seis años, se la llevó su papá el lunes por la noche, mientras que su otro hijo desde hace varios días no estaba en su residencia.
Los familiares, los allegados y numerosos curiosos llegaron al sitio que está a 50 metros de la clínica Jesús María Romero, al final de la avenida Santa Teresa. Allí entre abrazos, lágrimas y gritos, lamentaban la muerte de sus seres queridos, de quienes se dijo se dedicaban al comercio.
Entre los curiosos y algunos allegados comentaron que Adriana recibió, el 17 de abril, amenazas el día de su cumpleaños. Un mensaje de texto que decía: “Celebra tu último cumpleaños”, y otro le advertía: “Aprovecha tus últimos días de vida”. Esto no lo denunció y no pasó de ser un comentario entre sus allegados.