Los testigos del hecho relataron que los muchachos festejaban el cumpleaños de un sobrino cuando una camioneta negra se detuvo en medio de la parcela. El copiloto bajó la ventanilla, apuntó con un arma de fuego a los presentes y repercutió los proyectiles
Mientras Leobardo Carvajal González, de 30 años, disfrutaba de la música, las luces de colores y consumía bebidas alcohólicas en compañía de Juan Camilo Parra Duque, de 33 años, en una granja del sector Los Asajaritos, kilómetro 48 de la vía a Perijá, unos delincuentes los sorprendieron y les dispararon para dejarlos muertos en el sitio.
Los testigos del hecho relataron que los muchachos festejaban el cumpleaños de un sobrino cuando una camioneta negra se detuvo en medio de la parcela. El copiloto bajó la ventanilla, apuntó con un arma de fuego a los presentes y repercutió los proyectiles.
Un allegado a la familia, cuyo nombre no quiso revelar, aseguró que Leobardo no tenía problemas con nadie, trabajaba como agricultor y vendía ganado. “Todo se trató de un ajuste de cuentas”.
Los cadáveres de ambos jóvenes permanecieron tendidos sobre el suelo arenoso por 12 horas hasta que los funcionarios del Eje de Homicidios de la Policía científica arribaron al lugar y los levantaron.
En una furgoneta trasladaron los cuerpos a la morgue forense de Maracaibo, donde los patólogos les practicaron la necropsia de ley. Hasta el momento se desconoce cuántos y quiénes eran los antisociales.
FOTO: Los Carvajal comentaron que los delincuentes le dieron la vuelta a la granja y luego sorprendieron a los jóvenes por detrás. (María Fuenmayor)