Primero lanzaron a Oscar Enrique Díaz Larrazábal (19), quien se quedó inmóvil a la espera de ayuda. Dos minutos después tiraron el cadáver de Franklin Luis Fuenmayor (30)
Unos amigos y vecinos quienes salieron de sus hogares a las 5.00 de la mañana de ayer, les dispararon cuando iban camino a la construcción donde trabajaban como albañiles. Uno recibió un tiro de gracia en la nuca y el otro en la frente. La bala salió por la parte trasera del cráneo. Sus verdugos los llevaron hasta la calle Sucre del sector Brisas del Lago. Creyeron que los dos estaban muertos y los lanzaron por un barranco ubicado a un par de cuadras del sitio del crimen.
Primero lanzaron a Oscar Enrique Díaz Larrazábal (19), quien se quedó inmóvil a la espera de ayuda. Dos minutos después tiraron el cadáver de Franklin Luis Fuenmayor (30) quien quedó al lado de su amigo. Una vecina que observó todo, llamó a la Policía. Los primeros oficiales que llegaron al lugar, sacaron los cuerpos y se percataron que Díaz estaba con vida.
Los efectivos llamaron a los Bomberos para que lo trasladaran al Hospital Adolfo D’Empaire. Hasta el cierre de esta edición el joven se debatía entre la vida y la muerte en el área de trauma shock del centro asistencial. Su abuela comentó que les robaron los celulares y las billeteras. “Él está grave. Los médicos fueron muy claros. La bala entró y salió”, comentó la mujer.
Los familiares de ambos se encontraron en la morgue. Dijeron desconocer que motivó el crimen. Ambos son residentes en la carretera J, sector 8 del barrio San José en Cabimas. Eran albañiles y trabajaban de forma ocasional. Fuenmayor dejó tres hijos.