María Josefina Delgado (47), murió al recibir una bala en el abdomen. Dentro de la casa también fue herido el novio de una de sus sobrinas. Se encuentra en estado crítico de salud
Dos encapuchados a bordo de un vehiculo, se desplazaban ayer, en horas de la madrugada, frente a la residencia de María Josefina Delgado, de 47 años, en la avenida 79 con calle 67A de la segunda etapa en La Victoria.
Vecinos comentaron que un joven identificado como Jorge (26) quien estaba visitando a una sobrina de Delgado, esperaba la llegada de un taxi cuando los dos desconocidos descendieron armados del vehiculo e ingresaron a la casa. Jorge forcejeó con uno de los antisociales y recibió un proyectil en la parte baja del abdomen.
Los gritos despertaron la curiosidad de la mujer, quien decidió salir de una de las habitaciones para ver que pasaba. “Cuando ya estaba en la sala a punto de salir al frente, uno de ellos le disparó y la bala le pegó en toda la boca del estómago”, explicó una allegada de la familia.
En medio de la confusión, la sobrina de la Ingeniera Industrial, se abalanzó sobre uno de los encapuchados e intentó descubrir su rostro. “Cuando ella intenta hacer eso, el hombre la agarró por el cabello y la lanzó varias veces contra el suelo. Ella quedó con varios golpes, pero está bien”.
La desesperación de la familia, llamó la atención de los vecinos, quienes acudieron a su auxilio. “Llamamos al 911 y nos dijeron que no tenían ambulancia. Llamamos a la Policía y nunca llegaron”, comentaban indignados.
A los heridos los trasladaron en un vehículo hasta la Clínica Los Olivos. Al ingresar, María no resistió la herida. Murió a las 3.00 de la madrugada. Mientras que el joven se encuentra en estado crítico de salud.
Denuncia
Los vecinos denunciaron la inseguridad que azota el sector. “Aquí nadie puede salir cuando llegan las 7.00 de la noche porque el que sale está atracado. Si salimos a las 6.00 de la mañana estamos atracados. Esta es la calle del terror”.
Expresaron, además, que los potes de la localidad llevan meses sin luz. “Ningún bombillo sirve, esto queda obscuro cuando cae la noche. Ni las patrullas inspeccionan por aquí”. Ninguno se siente seguro dentro de sus viviendas. “Se han robado los aires acondicionados. Han entrado a las casas y se han llevado hasta la comida. El día que consigamos a uno robando, lo vamos a linchar”.
Funcionarios de la Policía científica arribaron hasta la vivienda para recolectar evidencias. Investigan el paradero de los responsables, quienes se presumen integren una banda dedicada al robo de quintas al noroeste de la ciudad.