Maxinflation vs. Pacquiao

Ni siquiera Pacquiao pudo vencer al representante de la agobiante inflación venezolana. Al regresar al país, la Tibi fue acusada de conspiración

Conocido el resultado de la pelea entre Mayweather y Pacquiao, un empresario enchufado tuvo la brillante idea de ofrecer al filipino un combate de consolación. Además de hacer un excelente negocio, lavaría los ingresos mal habidos de algunos íntimos suyos que así, quedarían protegidos de la opaca lupa de la justicia de estos días. Recordó entonces a un boxeador amigo cuyo número de combates perdidos rondaba los 100, lo cual de inmediato relacionó con los tres dígitos de la galopante inflación en Venezuela. Decidió bautizarlo con el peculiar nombre de Maxinflation aunque le preocupó que pudiera sonar muy gringo o relacionar a sus financistas con ese terrible impuesto llamado inflación, ese que todos pagamos día a día, además del IVA, cada vez que temblorosos abrimos la cartera.

Hizo los contactos pertinentes con los de arriba quienes más preocupados por legitimar capitales que por ser señalados como empobrecedores del pueblo, dieron su apoyo irrestricto para aquello que habría de llamarse el Revolcón del siglo. Pusieron como única condición que en la esquina de Maxi, la bandera tuviera siete estrellas para que cualquier desenlace inconveniente fuera fácilmente endosable a la cuarta República. Unas horas antes de la pelea, el promotor recibió un sorpresivo anuncio: el "mesmísimo" bigotudo actuaría como coach, aunque para cuidar las apariencias, todo sería vía skipe.

Al terminar el primer asalto, una Canaimita camuflada mostró la cara de "aquello" bien administrada del altísimo personaje quien decidido a hacer perder a su pupilo murmuró: Rodilla en tierra Maxinflation que ese tipo es más pequeño que tu y si no bajas, vas a pelar muchos golpes. El segundo asalto fue brutal, el inocente compatriota obedeció a su conductor y recibió más golpes que los que logró conectar, al punto de pensar en no salir para el tercero. En ese instante, su hinchado ojo izquierdo alcanzó a ver en primera fila a la señora Tibisay quien sin entender la estrategia que le habían explicado sus jefes unos días atrás, le ordenó con un gesto continuar, mientras sonriente dejaba entrever que ya todo estaba arreglado.

Finalizada la contienda, el mundo entero se asombró con la noticia: Ni siquiera Pacquiao pudo vencer al representante de la agobiante inflación venezolana. Al regresar al país, la Tibi fue acusada de conspiración. Desesperada preguntaba: ¿Y yo qué hice?, ¿acaso ese hombre no está con el proceso?, ¿no era él quien tenía que ganar? Sí mi señora, Maxinflation es el proceso mismo que hoy ayudado por usted, ostenta otro vergonzoso título mundial.

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