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Médicos brasileños han descubierto el poder curativo de la tilapia, un pescado de hasta 60 centímetros que habita en regiones tropicales y cuya piel ha comenzado a ser utilizada para tratar quemaduras en Brasil.
Adriana Gomes, de 41 años, preparaba un arroz cuando el agua hirviendo cayó sobre su muslo. Los médicos le hablaron entonces de la piel de tilapia, de color grisáceo, textura brillante y con marca de las escamas.
“Me dio asco, no creía en eso y tenía miedo porque no lo conocía. Pero los resultados fueron muy rápidos”, cuenta Gomes en declaraciones a Efe.
La brasileña ya había sufrido otra quemadura en el pie años atrás, pero entonces fue tratada con pomada sulfadiazina de plata, un método curativo usado en la mayoría de pacientes con este tipo de lesiones en Brasil.
“En 2010 la quemadura fue menor y pasaron dos meses para que se curara. Esta vez fue mucho más rápido”, precisa.
Las investigaciones con la tilapia comenzaron en 2011, cuando el cirujano pernambucano Marcelo Borges descubrió que tan solo el 1 % de la piel de este pez de agua dulce proveniente de África era utilizado para la elaboración de productos artesanales.
A partir de ahí, Borges y el también cirujano plástico Edmar Maciel formaron un equipo junto con otros médicos con el fin de estudiar los beneficios de la piel y registrar el producto en la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Y es que a diferencia de Europa o Estados Unidos, recuerda Maciel, en Brasil no existe ningún tipo de piel animal registrada en Anvisa y disponible en el sistema público de salud para pacientes con quemaduras.
Según el Ministerio de Salud, Brasil debería tener 13 bancos de piel, pero en la actualidad tan solo cuenta con tres en los estados de Sao Paulo, Río Grande do Sul y Paraná, los cuales no suplen el 1 % de las necesidades en el país.
De acuerdo con el Núcleo de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (NPDM) de la Universidad Federal de Ceará, la piel del pez presenta una importante cantidad de colágeno tipo 1, resistencia y una buena humedad, similar a la epidermis humana y mejor que la de cerdo y rana, usadas en otros países.
Dichas cualidades agilizan la cicatrización de las quemaduras y disminuye el dolor del paciente, ya que, a diferencia de los vendajes tradicionales, la piel no necesita ser cambiada y lavada diariamente.
“La piel se adhiere a la herida, lo que evita la contaminación con el medioambiente, evita el dolor y el malestar“, sostiene el médico, quien preside el Instituto de Apoyo al Quemado de Ceará.
Los doctores ya concluyeron la segunda fase clínica, en la que fueron atendidos 60 pacientes con quemaduras de segundo grado, y está previsto que comience ahora la última etapa de la investigación, con 120 adultos y 30 niños.
El equipo científico ya ha patentado el tratamiento y, según cuenta Maciel, varios países se han interesado por la piel de tilapia, “aunque primero es preciso terminar los estudios y conversar con esa tecnología”.