Megahueco no deja vivir a residentes en Santa Lucía

Desde hace más de un mes el orificio presenta una fuga de gas y está repleto de aguas putrefactas. Los vecinos de la calle 92 alegan negligencia de los entes encargados y denuncian enfermedades. Autoridades recalcaron que atenderán la situación 

Marcos intenta manejar su bicicleta por la calle 92 con avenida 4 del sector Santa Lucía, justo al lado de la Fundación Niños del Sol. Su triciclo debe bordear un “gran” cráter que ocupa toda la calle e impide a vecinos y visitantes desplazarse por esta. Según las personas que viven en sus inmediaciones, el problema tiene afectándolos más de un mes y cada vez que alguna de las autoridades se acercan es para realizar promesas que a la postre no cumplen. 

José Martínez atiende un pequeño negocio familiar y ve con tristeza cómo el hueco es el que adorna su frente. Este asegura que fue Hidrolago que realizó el boquete y algunos vecinos intentaron “meter mano” para dar una “solucion” al problema. “Pareciera que hirviera el agua, pero es por la fuga de gas. Aquí viven niños,  abuelos y la situación es insoportable”. 

Las personas fastidiadas y con tono de enojo producto de tanta “indiferencia” recalcaron que la última vez que algún ente se acercó hasta el sitio fue antes de Semana Santa. Los pobladores, ven cómo las aguas verdes, pedazos de tablas o bloques, permiten “disimular” el “desastre” y abrir una pequeña rendija para el paso de peatones.

Reclamo tras reclamo

Luis Rojas, otro de los residentes del sector, comenta que en su casa se acumulan los gases tras la apertura del hueco y los zancudos los azotan constantemente. “Dijeron que lo abrieron porque debían encontrar la tubería para proveerle de agua a un nuevo urbanismo que construyeron al frente. Fue hueco tras hueco y cada vez la zanja era mayor, pero seguían sin conseguir la tubería. Se fueron y lo dejaron así. Eso tiene como dos metros de profundidad y varias veces lo achicaron, pero se vuelve a llenar”. 

Rojas comentó que debido a este, los niños se han enfermado y ocasiona que los autos no puedan transitar por la calle y trasladar a personas de la tercera edad o con alguna discapacidad. Los vecinos hicieron mención a que incluso los indigentes se bañan desnudos y nadan en sus aguas.  

Más serena, pero con cierta irritación, Cindy Escalona, de 33 años, mencionó que los funcionarios que se han presentado van y los sacan de quicio por su inoperancia. Escalona narró que tras la construcción del urbanismo no tienen prácticamente gas y unos cinco carros cayeron en el “cráter”. “Nos las estamos viendo feas. Los malandros se bañan y se esconden allí. El olor es insoportable, colocamos los reclamos, pero ya no sabemos qué hacer”.

Álvaro Ramírez, gerente de Mantenimiento de Hidrolago, explicó que en reiteradas ocasiones repararon y solventaron el problema, sin embargo, por alguna situación que estarán evaluando y corrigiendo darán una solución concreta. “Estamos dejando los trabajos listos y atenderemos la situación”. Por ahora, Marcos debe continuar sorteando obstáculos, huecos y aguas verdes a falta de un ente que le permita vivir en un entorno diferente.