El Gobierno de México anunció hoy que, tras desconocer los resultados electorales de las presidenciales de este 20 de mayo, reducirá el nivel de relaciones con Venezuela, y llamó a consultas a su embajadora en el país suramericano, Eréndira Paz
“No se reconoce la legitimidad del proceso electoral desarrollado en la República Bolivariana de Venezuela que concluyó el pasado 20 de mayo, por no cumplir con los estándares internacionales de un proceso democrático, libre, justo y transparente”, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un boletín.
Así, en consecuencia y de conformidad con las medidas anunciadas en la Declaración del Grupo de Lima emitida hoy en relación con la situación en Venezuela, el Gobierno de México adoptó una serie de medidas.
En primer lugar, llamó a consultas a la embajadora de México en ese país, Eréndira Paz Campos, y convocó a una reunión a la embajadora de Venezuela en México, María Lourdes Urbaneja, para expresar el punto de vista de México.
Además, la SRE anunció que se reducen “al mínimo” las actividades culturales y de cooperación bilateral, incluida la militar, y se suspenden “hasta nuevo aviso” las visitas de alto nivel a Venezuela.
De la misma manera, el Gobierno mexicano emitirá una alerta al sector financiero y bancario mexicano sobre “el riesgo en el que podrían incurrir si realizan operaciones con el gobierno de Venezuela que no cuenten con el aval de la Asamblea Nacional”.
Esto incluye convenios de pagos y créditos recíprocos por operaciones de comercio exterior (incluidos bienes militares y de seguridad).
“México se mantendrá atento a la evolución de los acontecimientos en Venezuela y seguirá buscando, tanto a nivel bilateral como multilateral, contribuir a la restauración de la institucionalidad democrática, el respeto de los derechos humanos y la plena vigencia del estado de derecho en ese país”, concluyó la SRE.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, obtuvo la reelección en los comicios de este domingo, con 6,1 millones de votos de los 20,5 millones de venezolanos que estaban llamados a las urnas, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).